Los Oklahoma City Thunder han cumplido su gran sueño de disputar las primeras Finales de la NBA al eliminar a los San Antonio Spurs en la final de la Conferencia Oeste, después de vencerlos en el sexto partido y poner el 4-2 en la eliminatoria. Clave en la victoria ha sido el alero Kevin Durant, máximo anotador de la liga por tercer año consecutivo, con una aportación espectacular de 34 puntos –veinte de ellos en la segunda parte–, 14 rebotes y cinco asistencias en este sexto encuentro.
Para muchos, Durant es el mejor jugador del mundo. Así lo destacaba el entrenador de los Spurs, Gregg Popovich, tras el cuarto partido de la serie, que los Thunder ganaron (109-103) en este mismo escenario del Chesapeake Energy Arena de Oklahoma City.
Durant, de 23 años y que en lo que va de fase final tiene un promedio de 27,7 puntos por encuentro, ha jugado los 48 minutos completos del sexto, siendo la primera vez que lo hace esta temporada. Su esfuerzo ha valido la pena porque ahora, al margen de haber conseguido el pase a las ansiadas Finales de la NBA, tendrán también descanso hasta el próximo martes, cuando se inicie la lucha por el anillo de campeones. El rival saldrá de la eliminatoria que disputan en la Conferencia Este los Miami Heat y los Boston Celtics, con ventaja de 3-2 para los segundos, que el jueves jugarán el sexto partido en su campo del TD Banknorth Garden.
"Ahora no pensamos en el próximo rival, cualquiera de los dos será muy difícil, sino en disfrutar de este gran momento que todo el equipo se merece por el trabajo realizado durante la serie ante los Spurs y toda la temporada", declaraba Durant. "El primer gran objetivo lo conseguimos y ahora falta completar el sueño".
Durant reconoce que se sintió cansado en determinados momentos del partido, pero que estuvo completamente de acuerdo con el entrenador de los Thunder, Scott Brooks, de mantenerlo en todo momento en el campo. "Sabía que el equipo podía conseguir la victoria, pero no lo daba por garantizado. Había que pelearlo y eso fue lo que hicimos todos en el campo", ha dicho Durant. "Hemos dado un paso más y ahora falta el definitivo".
Los Thunder, que hace tan sólo tres años tenían una marca perdedora de 3-29 pero la joya preciosa de Durant –los Portland Trail Blazers lo menospreciaron por otra primera selección desastrosa de un hombre alto, el pívot Greg Oden–, han demostrado que están listos para permanecer durante bastante tiempo en la elite de la NBA. "Creo que es un gran momento para Kevin (Durant) por la manera en la que jugó y se comportó en el campo", declaraba Brooks. "No era posible sacarlo, aunque reconozco que me miró varias veces fatigado, pero estaba convencido que como el resto de los jugadores tenía reservas suficientes para seguir en la lucha como lo hicieron".
Junto a Durant, el base Russell Westbrook también ha sido decisivo al aportar 25 puntos, ocho rebotes y cinco asistencias, para surgir con su mejor juego en la segunda parte cuando hizo que el francés Tony Parker, la gran figura de los Spurs en la primera, se viniese abajo y con él todo el equipo de los Spurs. "Supimos reaccionar a tiempo, todos los compañeros ayudaron y al final fuimos mejor equipo que ellos y de ahí que conseguimos la victoria", declaraba Westbrook. "No pienso en las Finales, sino en disfrutar de este momento y mañana será cuando nos daremos cuenta todavía nos queda por dar el paso más difícil".
Además, el ala-pívot internacional español Serge Ibaka surgía con puntos claves en la segunda parte, especialmente en el tercer período, cuando los Thunder comenzaron la remontada y sus cinco iniciales le permitió al equipo conseguir un parcial de 32-18 que cambió la historia del partido. Ibaka jugó 32 minutos en los que anotó cuatro de ocho tiros de campo y 2/3 de personal, capturó cuatro rebotes y puso dos tapones.
Los Spurs, que nunca se pudieron imaginar quedar eliminados con cuatro derrotas consecutivas después de haber logrado 20 triunfos seguidos, fueron unánimes en reconocer que los Thunder con Durant, como gran líder, al final mostraron ser superiores, aunque ellos se sintieron orgullosos del esfuerzo realizado. "No hay mucho que decir ni comentar", declaraba el veterano escolta argentino Manu Ginóbili, de los Spurs. "Hicimos un gran esfuerzo, una primera parte excepcional, pero al final no pudimos ganarlos".