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Shevchenko: los goles del viejo rockero que nunca muere

El delantero, a punto de cumplir los 36 años, lideró la remontada ante Suecia que permite a Ucrania situarse al frente del grupo D.

El delantero, a punto de cumplir los 36 años, lideró la remontada ante Suecia que permite a Ucrania situarse al frente del grupo D.

Ucrania es la sorprendente líder de su grupo en la Eurocopa tras vencer a Suecia (2-1) y beneficiarse del empate (1-1) que horas antes firmaron Francia e Inglaterra en Donetsk. En el último partido del día en el Olímpico de Kiev, el héroe fue Andrei Shevchenko.

El veterano delantero del Dinamo de Kiev, de 35 años, marcó dos goles que dieron una gran remontada a los ucranianos frente a la selección sueca.

Los dos, de cabeza y en la segunda parte, llegaron cuando su equipo perdía por 0-1 por un gol en el minuto 53 de Zlatan Ibrahimovic, quien se adelantó a un defensa y culminó de primeras y con el portero batido un centro de Kim Kallstrom. Pero, sobre todo, cuando las dudas aumentaban en las gradas abarrotadas del Olímpico.

Apareció entonces Sheva para dar la vuelta al encuentro con dos dianas en apenas siete minutos, entre el 55 y el 62, ante la incredulidad de la selección sueca, que apretó en el tramo final por las necesidades del marcador y que tuvo alguna ocasión, como un trallazo de Ibra contra las manos del portero Pyatov.

Los de Shevchenko son los goles del viejo rockero, un hombre que se resiste a la jubilación. Sheva tenía meditado retirarse hace bastante tiempo, pero al conocer, allá por abril de 2007, que la Eurocopa se disputaría conjuntamente en su país y en Polonia, decidió cambiar de idea. Pensó entonces que habría que jugar el torneo y colgar las botas después.

Ganador del Balón de Oro en 2004, un año después de proclamarse campeón de Europa con el Milan, y considerado uno de los mejores futbolistas de la década de los 90, Andrei está a punto de cumplir 36 años. Es un ídolo en su país y el capitán de la selección ucraniana, con la que suma 48 goles en 109 partidos, pero lleva un tiempo semirretirado en el Dinamo de Kiev, equipo que le viera nacer en su día al amparo de Valeri Lobanovsky, y al límite de su resistencia física.

A punto de colgar las botas, Sheva sigue haciendo gala de su técnica y de su pillería, como la que demostró en el segundo gol al anticiparse a Ibrahimovic y marcar con un gran cabezazo.

Los gritos de "¡Sheva, Sheva!" fueron ensordecedores cuando el histórico artillero e ídolo local marcó el segundo gol que hizo estallar de júbilo a los 68.000 espectadores que abarrotaron las gradas del estadio Olímpico de Kiev.

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