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El gallo decapitado, el show de Cristiano y el 'cucchiaio' de Pirlo

Tres madridistas –Cristiano Ronaldo, Sami Khedira y Xabi Alonso– han sido protagonistas destacados en cuartos de la Eurocopa.

Llegó la hora de la verdad en la Eurocopa, la fase final con unos cuartos de final apasionantes. Cierto es que no ha habido demasiados goles –el partido que más registró fue el Alemania-Grecia con seis (4-2) y el que menos, el Inglaterra-Italia, donde no se movió el marcador inicial tras 120 minutos, por lo que hubo de acudirse a los penaltis–, pero sí mucha intensidad en los campos. Han pasado los favoritos y las semifinales prometen ser aún mejores: Portugal-España y Alemania-Italia. La gran potencia económica europea se ha colado entre tres de los PIIGS, que al menos en esto del fútbol no son tan pobres.

Lusos y germanos acuden al penúltimo escalón del torneo con ganas de revancha ante españoles e italianos, respectivamente. Cristiano y compañía cayeron en octavos del último Mundial ante la selección de Del Bosque, a la postre campeona, mientras que la Mannschaft hincó la rodilla hace seis años en Dortmund ante la azzurra de Marcello Lippi, en uno de los mejores partidos de la historia del fútbol que se recuerdan.

El Panzer

Ha llovido mucho desde entonces. La remozada selección germana de Joachim Löw no hace un fútbol espectacular pero tiene un oficio tremendo –"el fútbol es un deporte de once contra once en el que siempre gana Alemania", que diría Gary Lineker– y es posiblemente el equipo más sólido del campeonato. Lo demostró el viernes ante Grecia, en un partido que trascendió lo meramente futbolístico y cuyo morbo lo puso la canciller Angela Merkel con su presencia en el palco del Arena Gdansk.

Le costó estrenar el marcador al Panzer alemán, pero los goles acabaron cayendo como churros. Sifakis, el meta heleno con manos de mantequilla, y su no menos endeble defensa tuvieron mucha culpa en un partido en el que Joachim Löw sorprendió al dejar fuera del once a titulares indiscutibles como Mario Gómez, Müller y Podolslki y dar entrada a Klose, Schürrle y Marco Reus. Le salió bien el experimento a Jogi, cuyo equipo estuvo movido, y muy bien, por Sami Khedira, que es otro jugador distinto al del Real Madrid.

Si en el club blanco, a las órdenes de Mourinho, se muestra irregular y a veces como un caballo desbocado, con Alemania está rayando a un gran nivel. No sólo marcó un golazo a Grecia, sino que además dio mucho criterio al fútbol de la tricampeona de Europa, asociándose con los delanteros, poniendo pausa al juego y bajando a defender. Lahm fue quien abrió la cuenta antes del descanso con un gol de bella factura, mientras que Reus y Klose, que siempre marca con la Mannschaft, completaron la fiesta y terminaron por hundir a una Grecia que se marcha de la Eurocopa con más pena que gloria.

El mejor partido de cuartos

A Alemania le espera la durísima Italia: da igual que juegue bien o no porque la azzurra, a excepción de lo ocurrido en Sudáfrica 2010 cuando no pasó la primera fase, siempre está en las últimas rondas de los grandes campeonatos. Anoche fue mejor que Inglaterra en el Olímpico de Kiev. Se medían dos grandes potencias del concierto mundial venidas a menos: aunque los italianos han mejorado con Cesare Prandelli, aún les falta un puntito, mientras que los pross, con Roy Hodgson en el banquillo, practican un catenaccio infumable que no hay por donde cogerlo.

El partido estaba llamado a ser un petardo como la copa de un pino, pero acabó siendo de largo el mejor de estos cuartos de final. Tuvo que resolverse en los penaltis, donde al final se hizo justicia y se premió el mejor juego azzurro: Buffon detuvo el lanzamiento de Ashley Cole y Diamanti transformó el definitivo, pero la estampa de la noche la dejó Andrea Pirlo. El fino centrocampista de la Juve, sin duda el futbolista más talentoso del país de la bota, engañó a Joe Hart con un lanzamiento a lo Panenka. Il cucchiaio (la cuchara), que lo llaman en Italia.

Cristiano va a más

Los cuartos comenzaron con la exhibición de Cristiano Ronaldo ante la República Checa. Después de dos primeros partidos muy grises en el torneo –Alemania y Dinamarca–, el madridista ha ido a más. Ya brilló en el cierre de la fase de grupos frente a Holanda y el jueves, contra los de Bilek, el delantero volvió a estar soberbio.

Marcó un grandísimo gol para liderar el pase de Portugal, pero pudieron ser más: dos tiros al palo y ocasiones de todos los colores después de volver loca a la defensa. Porque enfrente tuvo a un extraordinario Petr Cech, uno de los mejores guardametas del mundo con permiso de los Iker, Buffon y Neuer de turno. De no haber sido por el cancerbero del Chelsea, los checos, un equipo muy verde que ya se puede haber dado con un canto en los dientes por haber llegado a esta ronda de cuartos, se habrían llevado un saco de goles.

Pero, como bien advierte Del Bosque, Portugal no es sólo Cristiano. Se trata de un equipo muy serio, empezando por la defensa, con dos centrales fantásticos como Pepe y Bruno Alves, y dos laterales de proyección ofensiva: Joao Pereira y Coentrao. Sin olvidar el centro del campo, donde el talentoso Joao Moutinho destaca por encima de Raúl Meireles y Veloso, ni por supuesto al desequilibrante Nani. En su debe está el nueve: con Hélder Postiga fuera de combate por una inoportuna lesión, Nélson Oliveira parece ganarle la partida a Hugo Almeida, ese armario empotrado que se resiste a la jubilación, en la lucha por la titularidad ante España. El jueves lo veremos.

España deja sin cabeza a los gallos

El juego directo de los lusos seguramente se lo pondrá a los española más difícil que la Francia de Laurent Blanc, que acudía a la Eurocopa con el cartel de equipo invencible –21 partidos seguidos sin perder antes del debut contra Inglaterra– y al final se ha terminado pegando un batacazo de colosales dimensiones. Fieles a su juego de toque y posesión de la pelota, los campeones del mundo anularon a un equipo con más nombre que fútbol y en el que sólo Ribéry y Benzema llevaban algo de sensación de peligro. Corrieron como gallos sin cabeza y se estrellaban una y otra vez de bruces contra la superioridad española.

Porque, entre otras cosas, ahí estuvo el inexpugnable Sergio Ramos para anular a los estiletes franceses en todo momento. Pero el héroe de la noche fue Xabi Alonso y no sólo por sus dos goles, el primero al cabecear a la red un centro de Jordi Alba y el segundo, al transformar un claro penalti de Réveillère a Pedro. En su partido número cien como internacional, el tolosarra dirigió las acciones ofensivas del equipo español. No deja de sorprender que, con 14 dianas, sea el segundo máximo goleador de la era Del Bosque, sólo por detrás de David Villa, el gran ausente junto a Puyol.

Pero no todo es de color de rosa en el defensor del título, que sigue pecando de los mismos defectos: aunque contra Francia ganara velocidad, le sigue faltando profundidad y un delantero que finalice con remates las jugadas de ataque, como analiza Isidoro San José en Libertad Digital.

Peor pintan las cosas en el vecino del norte, que, como ya ocurriera en Sudáfrica 2010, vuelve a marcharse de un gran torneo por la puerta de atrás. Después de la pelea vivida en el vestuario tras la derrota contra Suecia, Nasri volvía a calentar el ambiente al enfrentarse e insultar a un periodista de muy malas maneras. Se ha convertido el jugador del City en el heredero de Anelka, pero para lo malo. Blanc no ha sabido coger el toro por los cuernos y puede tener los días contados al frente del malparado equipo bleu.
 

Los premios

El crack: Xabi Alonso (España)
El mejor seleccionador: Joachim Löw (Alemania)
El mejor gol: Khedira (Alemania) a Grecia
La mejor selección: Portugal
El jugador revelación: Marco Reus (Alemania)
El dandi: Pirlo (Italia), por su cucchiaio a Hart
La mayor decepción: Francia
El peor equipo: Grecia
El peor árbitro: Nicola Rizzoli (dirigió el España-Francia)

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