La ciudad italiana que teme la final de la Eurocopa

Italia, como España, se parará este domingo a partir de las 20:45 horas para presenciar la final de la Eurocopa 2012 y para que los italianos puedan ver el partido contra España en las plazas de todo el país.

Después de que la azzurra llegara a la Eurocopa de tapada y con un escándalo a cuestas habían reducido las opciones de título en el torneo continental. Ahora, a un solo paso de la gloria, la emoción se ha desbordado en todo el país transalpino.

Sin embargo, hay ciudades que luchan contra la final. Es el caso de Siena, en la Toscana. La ciudad vive inmersa en los preparativos previos al Palio –la carrera de caballos medieval–. Estos días se están celebrando las carreras previas al día grande de la ciudad, que será el dos de julio, y, por ello, el Ayuntamiento está luchando contracorriente.

El consistorio ha decidido no poner una sola pantalla gigante. Quien quiera ver a la azzurra lo tendrá que hacer en casa. No quieren romper con la sacralidad y la tradición de una carrera ancestral. Asimismo, tampoco habrá las clásicas manifestaciones si Italia gana. El Ayuntamiento no piensa facilitar a los ciudadanos de Siena que vean ni celebren la Eurocopa.

Locura en el resto del país

El caso de Siena es una excepción en todo el país. Así, en Agrigento, en Sicilia, San Calogero, patrón de la ciudad tendrá que esperar al final del partido para ser sacado en procesión, según han decidido las autoridades locales, para permitir a los agrigentinos ver la final en la pantalla gigante de televisión instaladas en la plaza principal.

San Calogero ya está acostumbrado a que su procesión depende del fútbol. Igual ocurrió en 1982 cuando la final del Mundial de España que ganó en Madrid Italia, y en 2006, durante la anterior Eurocopa.

Se refuerza la seguridad en la embajada de España

En Roma han sido instaladas varias pantallas gigantes de televisión en emblemáticas plaza como la del Popolo, en las Termas de Caracalla, Estadio Olímpico y en el Circo Massimo, lugar donde se reunirán más de 50.000 personas para presenciar a través de cinco pantallas, una de 50 metros, y las otras de 24 metros, la partita frente a los españoles.

Para facilitar el flujo de los romanos, las líneas de metro permanecerán abiertas hasta la una y media de la madrugada y serán cerradas al tráfico amplias zonas de la ciudad. Un millar de policías nacionales, junto a 300 municipales garantizarán el orden en Roma, donde ya se ha montado un dispositivo sanitario con 300 personas, entre médicos, enfermeros, y una veintena de ambulancias y centros sanitarios ambulantes.

De esos agentes, un gran número custodiarán las fuentes de plazas como las monumentales de España, Navona, Popolo, Fontana de Trevi, etc. También ha sido reforzada la seguridad de embajadas, entre ellas la de España, y otras instituciones extranjeras, para evitar posibles incidentes. 

Varios centenares de miembros de Protección Civil repartirán 300.000 botellas de aguas en Roma, donde se esperan para mañana altas temperaturas, que pueden llegar a los 39 grados.

En todas las grandes ciudades

Los milaneses se reunirán en la plaza del Duomo, donde ha sido instalada una pantalla de televisión de 20 metros, y en otras plazas de la ciudad. Según fuentes del Ayuntamiento, han invitado al cónsul de España en Milán, Emilio Fernández Castaño, a presenciar el partido en el Duomo y ha aceptado.

En Nápoles han sido instaladas pantallas en el lungomare (paseo marítimo), en la plaza Diaz y otras del centro. Siguiendo la tradición de los Portales de Belén napolitanos, los belenistas ya han creado una figurita que representa a Balotelli, el jugador que marcó los dos goles contra Alemania, que dio el paso a la final a Italia. En Bolonia los aficiones se reunirán en la plaza Mayor y en L'Aquila en la de la catedral.

En Palermo, la capital de Sicilia, donde nació Balotelli, la comunidad ghanesa (los padres biológicos del jugador son de Ghana) se reunirá en una plaza para animar al ídolo, al que Corriere della Sera llama "el orgullo de los nuevos italianos", informa EFE. Los padres adoptivos del jugador, Franco y Silvia Balotelli, que lo adoptaron cuando tenía dos años, viajaron hoy desde Concesio (norte italiano, donde viven) para Kiev, para estar junto al hijo, lo mismo que hizo la madre en el partido frente a Alemania. El beso y abrazo de la madre al jugador, al que acarició, así como las palabras de Balotelli de que dedicaba el triunfo a sus padres, siguen acapararon páginas en los diarios italianos, que resaltan que como el amor della mamma italiana, ninguno.