Locura en Cibeles con los campeones
La selección española se ha dado un baño de multitudes en Madrid para celebrar la Eurocopa. Pepe Reina ha vuelto a ser el gran animador de la fiesta.
Otra fiesta en Madrid para celebrar un nuevo éxito de la selección española. El ciclo comenzó con la Eurocopa de Austria y Suiza 2008, siguió con el Mundial de Sudáfrica 2010 y se ha prolongado con la Eurocopa de Polonia y Ucrania 2012, que el conjunto de Vicente del Bosque conquistó el domingo en el Olímpico de Kiev tras pasar por encima de Italia en una final sin historia (4-0).
Esta vez ha sido la madrileña plaza de Cibeles el lugar de encuentro de decenas de miles de aficionados para agasajar a los campeones. Llegaba allí el equipo en un autobús descapotable y con bastantes minutos de retraso sobre el horario previsto. Al igual que hace cuatro años en Colón y en 2010 en la Explanada del Rey, Pepe Reina ha sido el alma de la fiesta, el hombre que ha vuelto a animar el cotarro con el estilo de showman que le caracteriza.
Después de las actuaciones de Estopa y de David Bisbal, este último interpretando la canción talismán No hay dos sin tres, todas las miradas se centraban en Reina, habitual animador de estos festejos. Las primeras palabras fueron de agradecimiento a la afición y a los miembros del cuerpo técnico y directivo de la Federación Española. A partir de ahí se desató. Pidió el micrófono y fue presentando uno a uno a sus compañeros de selección: Albiol, Piqué, Javi Martínez, Juanfran... luego el turno fue para Iniesta, a quien definió como "el hombre al que quiere toda España"; Pedro, la "bachata de España"; Xavi, "el señor que maneja la batuta de esta selección"; o Torres, "el hombre que lo empezó todo en el 2008" y con quien coincidió en el Liverpool, entre otros.
Tampoco dudaba Reina en poner motes a jugadores como Negredo ("el jabalí de Vallecas"), Valdés ("la pantera de Hospitalet"), Busquets ("el pulpo de Badia") o Jordi Alba ("la MotoGP de España"). Pero uno de los momentos más emotivos se produjo cuando presentó a Sergio Ramos, de quien destacó el penalti a lo Panenka que lanzó en la semifinal contra Portugal: "Hay que tenerlos bien gordos para tirarlo como lo tiró".
Después de su emotiva presentación de Casillas, su "hermano y amigo", fue Ramos, "como novedad este año", quien se encargó de introducir a Pepe Reina. "Con el 23, venido desde Córdoba, con un arte inigualable que no tiene nadie... todos lo queremos y se llama Pepe Reina", se lanzó a decir el central de Camas, visiblemente entonado, como muchos de sus compañeros. Fue segundos antes de que el portero madrileño hiciera una promesa a la afición, la de conquistar el Mundial de Brasil 2014: "Nos vemos aquí dentro de dos años".
Quien quiso mantenerse al margen fue Vicente del Bosque. El seleccionador estuvo junto a los campeones en el recorrido en autobús, desde el Palacio de La Zarzuela hasta Cibeles, pasando por Moncloa, Plaza de España y la Gran Vía, pero luego no subió al escenario. Es el salmantino un hombre tranquilo que ha preferido vivir este baño de multitudes junto a su hijo Álvaro.
El show en el escenario de Cibeles fue el colofón a un intenso día de celebraciones que comenzaba alrededor a las 15:30 horas, cuando los campeones aterrizaban en el aeropuerto de Barajas con la Eurocopa bajo el brazo. Desde allí se dirigieron a un hotel cercano para poder descansar unos minutos.
La siguiente parada fue en Zarzuela, donde los componentes de la selección eran recibidos por el Rey Juan Carlos, los Príncipes de Asturias y la Infanta Elena. Durante su discurso, el monarca, que protagonizó un emotivo saludo con Del Bosque, animó a los futbolistas a seguir con la buena "racha" y aseguraba que con su triunfo han dado una "alegría a toda España". "Si sois buenos individualmente, como equipo sois formidables", señalaba Su Majestad, que quiso felicitar a los campeones en nombre de todo el país.
Iker Casillas, como capitán y en nombre del equipo, entregaba una camiseta firmada por todos los jugadores, con el número 1 a la espalda y el nombre del monarca, mientras que el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, anunciaba que el Gobierno concederá la Medalla de Oro al Mérito Deportivo a cuatro jugadores: Santi Cazorla, Jordi Alba, Negredo y Juanfran. No en vano, conviene recordar que el resto del equipo ya la tiene por sus anteriores triunfos en Viena y Johannesburgo.
Mientras los jugadores y el cuerpo técnico se hacían la foto oficial en el Palacio de La Zarzuela, los aficionados aguardaban impacientes a los campeones en la plaza de Cibeles, inundada por miles de banderas de España y una gigantesca marea rojigualda. Bajo un sol de justicia, aunque con el agua con la que fueron refrescados por los bomberos y las actuaciones musicales de David Bustamante, Kali y El Dandi, Chenoa, Melendi y Dover, los aficionados al final tuvieron su recompensa. Mereció la pena esperar tanto tiempo a sus ídolos.
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