Un día después del nombramiento del portugués André Villas-Boas como nuevo entrenador del Tottenham Hotspur, en sustitución de Harry Redknapp, la entidad londinense se ha hecho con los servicios del centrocampista islandés Gylfi Sigurdsson.
Sigurdsson, de 22 años, fue una de las revelaciones de la Premier League la pasada temporada después de hacer un gran año en el Swansea, recién ascendido a la categoría de oro del fútbol inglés, tras llegar cedido procedente del Hoffenheim alemán.
El centrocampista había sido relacionado en un principio con el Liverpool después de que el entrenador del Swansea, Brendan Rodgers, haya recalado en el club de Anfield. Pero Sigurdsson, que ha marcado siete goles en 19 partidos con el Swansea, ha preferido unirse al proyecto de Villas-Boas.
La llegada del islandés a White Hart Lane abre la puerta de salida a Luka Modric, quien ha manifestado su deseo de abandonar el club para fichar por el Real Madrid.
El centrocampista croata, que se midió a España en el cierre de la fase de grupos de la Eurocopa de Polonia y Ucrania (1-0), también ha sido relacionado con clubes como el Manchester United, el Chelsea, el París Saint-Germain o el Anzhi ruso. Pero Modric, cuyos representantes ya han mantenido conversaciones con los directivos madridistas, sólo piensa en unirse al tercer proyecto de José Mourinho en el club blanco.
Una vez más, el inconveniente es el precio. El Tottenham pide 35 millones de euros o 25 millones más el turco Nuri Sahin. Si finalmente falla la contratación del croata, el club blanco tiene varios nombres en la recámara, entre ellos el belga Axel Witsel (Benfica) y el brasileño Lucas Moura (Sao Paulo).