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Lorenzo, de las muletas al manillar de la Yamaha

El mallorquín dice que "no es imposible" ganar el GP de Alemania, aunque tendrá que "forzar físicamente un poco más".

El español Jorge Lorenzo (Yamaha YZR M 1) se muestra optimista de cara al Gran Premio de Alemania, octava prueba del Mundial de motociclismo que se disputa este fin de semana en el circuito de Sachsenring. "La victoria no es imposible, habrá que forzar físicamente un poco más, aunque espero que no sea demasiado grave", decía el balear, que llegaba al circuito equipado con dos muletas al detectarse, a su regreso a Barcelona y tras la caída sufrida en Assen (Holanda), que tenía una rotura de ligamentos en el tobillo derecho.

"He estado peor, pero también mejor", explica Lorenzo, quien añadía: "Después de caerme sentí un poco de dolor, aunque con el paso del tiempo éste fue a más y al llegar a Barcelona los médicos detectaron la rotura de ligamentos, que me obliga a guardar el máximo de reposo posible y a intentar tardar el máximo posible en apoyar el pie en el suelo".

La referencia a su caída de China en 2008 era obvia, pues a pesar de sufrir algunas pequeñas fracturas en los dos tobillos logró acabar aquella carrera en cuarta posición y en el siguiente gran premio, en Francia, protagonizó una épica demostración de pundonor hasta la segunda posición final. "En China fue bastante peor, peor que antes de Assen, hasta donde llevábamos un campeonato casi perfecto. Pero no sirve de nada lamentarse. Es una situación difícil, aunque tengo la suficiente motivación como para intentar hacerlo lo mejor posible", ha dicho el campeón del mundo de MotoGP en 2010.

Como queriendo quitar hierro a la situación, Jorge Lorenzo explica que "el circuito de Sachsenring tiene muchas curvas a izquierdas y eso seguramente me ayudará. Es un circuito cuyas características son muy buenas para la Yamaha y también para mi forma de pilotaje, aunque no será hasta mañana cuando vea como me encuentro encima de la moto y después trabajaremos para intentar conseguir el mejor resultado posible".

Otro de los problemas que preocupa a Lorenzo es el motor que se quemó en el percance pues "en esta situación nos encontramos entre la espada y la pared ya que no nos queda margen para rectificar, por lo que tendremos que estudiar todo muy bien y saber si podemos aguantar toda la temporada".

"Me cuesta creer que podamos salir de esta situación sin perdernos ningún entrenamiento para poder mantener todos los motores necesarios hasta el final de la temporada y la verdad es que, para ser sincero, sé que es difícil que acepten –en alusión al reglamento del campeonato que limita el uso de motores– pero podían ser igual de deportivos que en 2010 con la decisión que se tomó de Suzuki", reconoce Lorenzo en alusión al resto de marcas del campeonato y su benevolencia con ese fabricante cuanto tuvo unos problemas semejantes.

"Algo tiene que cambiar, tiene que existir una excepción, pues el motor se ha roto por unas circunstancias ajenas a nuestra voluntad", afirma Lorenzo, quien no obstante aclaraba que no sabía muy bien cómo aplicar esa excepción.

También ha recordado la situación y sus declaraciones sobre Álvaro Bautista y reconocía haber sido "demasiado agresivo con Álvaro, creo que no merece la pena seguir hablando de ello, en ese momento me pilló en caliente con un grupo de periodistas y dije lo que dije, pero intentaré exponer en su momento ante la comisión de seguridad mi idea, que no es otra que imponer siempre algún tipo de sanción para que los pilotos tengan en cuenta que puede haber castigo si tienen algunos comportamientos para ver qué pasa...".

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