Atlanta 17 medallas, Atenas 19, Pekín 18... Parece que ese es el nivel al que se ha acostumbrado el deporte olímpico español desde que, en Barcelona, despegara con su mejor registro histórico. Sin embargo, bien mirado, en estos Juegos que están a punto de arrancar no va a ser fácil alcanzar esos números.
Las grandes opciones de medalla se han reducido respecto a hace cuatro años. Entre otras cosas, porque ninguno de los oros de Pekín va a estar en Londres. Los últimos en caer, Samuel Sánchez y Rafa Nadal, dos importantísimas bajas por lesión que merman mucho el potencial español.
Así, dando por sentado que algunos cumplirán con las expectativas, otros se pegarán batacazos y algunos serán capaces de dar la campanada en forma de medalla, los números que se pueden vaticinar antes de arrancar la competición se aproximan a los siguientes.
Las más claras
Hay algunas disciplinas en las que todo lo que sea no alcanzar algún metal será un fracaso. Nos pongamos como nos pongamos. Y una de ellas es el baloncesto. España tiene el segundo mejor equipo del mundo, solo por detrás del inalcanzable –aunque cada vez menos– Estados Unidos. Y ciertamente en baloncesto la superioridad se nota más que en otros deportes de equipo, como el fútbol. Es verdad que una Francia, una Argentina, una Lituania... puede ganar a cualquiera, pero España debe apuntar a la plata o, por lo menos, a un bronce, porque tropezar es de humanos.
Por supuesto, David Cal seguirá siendo una de nuestras principales bazas. Tras sus dos medallas en Atenas y sus dos medallas en Pekín, el piragüista gallego apuesta este año únicamente por la modalidad de C1-100. Debería lograr la presea.
También en la vela se debería sacar algo. Siempre se ha hecho. Faltan Fernando Echávarri y Antón Paz, oro en Pekín, pero estarán Marina Alabau, Berta Betanzos, Tara Pacheco, Iker Martínez o Xabi Fernández, todos ellos con grandes opciones. Dos metales deberían sacarse en la disciplina que más medallas ha dado a España en la historia.
Y cómo no la natación sincronizada, donde sólo las intratables rusas están por encima de nuestras sirenas. Tanto en el dúo, con Andrea Fuentes y Ona Carbonell, como en el equipo, las dos medallas parecen aseguradas. Habrá que ver el color.
Cuidado con el fútbol
Muchas opciones también tendrá el equipo de fútbol de conseguir su premio. Nadie duda de que el combinado de Luis Milla es, con permiso del Brasil de los Neymar, Moura, Marcelo o Hulk, el mejor equipo de la competición. La herencia de los campeones de Europa sub’23, con el apadrinamiento de los campeones de Europa de la absoluta Juan Mata, Javi Martínez y Jordi Alba, dan lugar a un conjunto que debe aspirar a todo.
Pero ojo, esto es fútbol, aquí las diferencias se notan menos, y hay muy buenos equipos. Uruguay, con Cavani y Luis Suárez, se presenta como uno de los más potentes; Senegal, que ya venció a España en un amistoso hace unos días, pretende potenciar los éxitos africanos, en el podio en cuatro de los últimos cinco Juegos; o Gran Bretaña, que a su talento suma el hecho de jugar en casa. Muchos dan por segura la medalla, pero cuidado...
También habrá que estar muy atentos a Javier Gómez Noya. El triatleta gallego lleva varias temporadas a un nivel espectacular, proclamándose campeón del mundo el año pasado, y que desde hace dos meses está completamente centrado en lograr una medalla que se le escapó por muy poco en Pekín. España cuenta además en esta competición con la baza por sorpresa de Mario Mola, uno de los atletas más jóvenes y cuya progresión invita a soñar.
Sueña también Mireia Belmonte. La nadadora de Badalona participará en seis disciplinas, aunque es en el 400 estilos, prueba en la que es la plusmarquista mundial, donde más opciones tiene. Será complicado, pero a ilusión nadie le gana. Apuntamos también su medalla.
¿Por qué no?
La lista de deportes o deportistas en los que España podría optar a algo es más extensa, aunque también más ficticia. El equipo de balonmano siempre cumple y puede esperarse cualquier cosa de él; tanto el oro, como que se quede fuera de las medallas. Más complicado lo tiene el equipo femenino, a pesar del histórico bronce mundialista en Brasil hace menos de un año. Otros deportes de equipo como el Hockey sobre hierba o el waterpolo también podrían dar alguna alegría.
Más complicado parece el éxito en el ciclismo y en el tenis. Y no por no disponer de buenos mimbres. Pero en el primero, el recorrido parece ideal para Mark Cavendish, que corre en casa. Freire, nuestro mejor esprinter, está fuera por su lesión en el Tour. Tocará esperar el milagro de Rojas. Y en el segundo, David Ferrer es nuestra gran esperanza, pero el césped de Wimbledon no es su mejor terreno, y los Djokovic, Federer, Murray y compañía irán con todo.
Habrá que ver también cómo está Marta Domínguez, una de nuestras mejores atletas de la historia, pero que no llega a Londres en las mejores condiciones después de una desafortunada lesión en los campeonatos de Europa del mes pasado.
Maialen Chorraut, que ha firmado una gran temporada en el eslalom olímpico, Ruth Beitia, reciente oro en Helsinki, el sempiterno García Bragado, el boxeador Kelvin de la Nieve, la luchadora Maider Unda, la pareja de Voley Playa formada por Gaviria y Herrera, Alberto Fernández en el tiro olímpico, o las disciplinas de Taekwondo o de Hípica son algunos de los nombres que, de encontrarse con un buen día, pueden dar alguna gran alegría al deporte español. Pero mejor no contar con ello...
En definitiva, unos Juegos nada halagüeños a priori si lo que se busca es repetir los éxitos de las últimas ediciones, pero que sin duda dejarán al deporte español en un buen lugar habida cuenta de la complejidad que entraña el mayor evento deportivo del mundo, y que sólo se disputa cada cuatro años. Por tanto, prepárense para disfrutar con el espectáculo, y cualquier alegría que nos aporten los nuestros, bienvenida sea. ¿Nuestra apuesta? 13 medallas. Bonito número.