Michael Phelps compitió el pasado sábado por última vez en unos Juegos Olímpicos, en Londres, y se despidió con una medalla de oro en el 4x100 estilos, que se añade a las 21 que logró entre Atenas 2004, Pekín 2008 y la propia cita en la capital británica.
El nadador de Baltimore (Maryland) deja el deporte con 27 años.
Este lunes, en un acto promocional del champú H&S en Londres, Phelps habló sobre su futuro y dijo que no tiene miedo a la próxima etapa de su vida porque tiene muchas metas y quiere divertirse .
El 18 veces campeón olímpico entregó un premio a un niño de siete años, William Watson III, por haber demostrado una gran capacidad de superación a través de un proyecto de natación para menores. Reveló que conoce bien que los deportes de alto nivel implican tener una gran confianza en uno mismo, es una de las lecciones que ha aprendido en su vida y algo que aplica a diario.
Phelps manifestó que pretende ayudar a los niños a encontrar confianza para que usen su imaginación y consigan sus sueños. "Todo es posible en la vida", señaló el de Baltimore, al que su madre llevó de pequeño a una piscina para que perdiera el miedo al agua. "Hay momentos en la vida en los que hay problemas, pero lo importante es creer que todo es posible", añadía.
El nadador señaló: "Estoy feliz, estoy disfrutando donde quiera que vaya". Y destacaba: "Ahora sólo quiero divertirme".
Preguntado por cuál es la medalla que le hizo más ilusión dijo que la primera olímpica que logró en la capital griega hace ocho años: "Me prometí una medalla y cuando la logré fue uno de los mejores momentos de mí vida, pero todas las medallas han sido importantes".
También destacó que tras quedar cuarto en los 400 estilos, se sintió frustrado después de la primera jornada de la natación olímpica en Londres.
Phelps elogió, a preguntas de los periodistas, a dos de sus rivales, el surafricano Chad le Clos, que le batió en los 200 mariposa, al que dijo que irá a ver a su país, y al húngaro Laszlo Cseh, con el que pudo en los 200 estilos.