Merve Aydin ha protagonizado este miércoles una de las escenas más emotivas de los Juegos Olímpicos de Londres.
Durante la segunda serie de la primera ronda clasificatoria de los 800 metros femeninos, la turca se lesionó cuando lideraba la carrera por delante de las dos favoritas, la rusa Mariya Savinova –a la postre vencedora– y de la estadounidense Alice Schmidt.
Salió como un tiro Aydin, pero a mitad de carrera sufrió un pinchazo en el gemelo. Todo el mundo pensaba en una retirada inmediata. Pero ella, todo ejemplo de pundonor, decidió acabar la prueba. Tuvo que correr a la pata coja, llorando a lágrima viva, mientras el público la jaleaba y le dedicaba una cerrada ovación. Acabó la carrera con un tiempo de 3:04.35, a casi un minuto y medio de la ganadora.
Así ponía fin a su sueño olímpico. No estará Merve en las semifinales de los 800 metros, una prueba en la que la principal favorita para alzarse con la medalla de oro es la estadounidense Alysia Johnson Montano, pero al menos se ha ganado una más que merecido aplauso de miles de aficionados por su tesón.