Rafael Nadal se perderá el último Grand Slam de la temporada, el Abierto de Estados Unidos, debido a la lesión que arrastra en sus rodillas. El balear, finalista el año pasado en Flushing Meadows, no juega un partido desde que Lukas Rosol lo eliminara en la segunda ronda de Wimbledon.
Desde entonces, el mallorquín ha tenido que renunciar a los Juegos Olímpicos, al Masters 1.000 de Toronto y de Cincinnati -actualmente en juego- y, ahora, al último grande de la temporada. Es la segunda vez que Nadal tiene que renunciar a un Grand Slam, algo que ya hizo en Wimbledon, en 2009.
"Tengo que anunciar que aún no me encuentro en condiciones de jugar y debo renunciar al Open USA. Muchas gracias a mis fans por su ánimo", ha escrito el propio mallorquín en Twitter.
El mallorquín está en el dique seco desde el 28 de junio. Desde entonces, Nadal descansa en Mallorca y está en tratamiento para recuperarse de la tendinitis.
En su reaparición tras caer en el All England Tennis Club, Nadal dijo que estaría listo para los Juegos Olímpicos en la presentación en la sede del COE como abanderado en Londres de la delegación española. Sin embargo, pocos días después, el balear tuvo que renunciar al sueño olímpico por sus problemas físicos.
Desde entonces, se ha especulado mucho sobre el estado físico del balear, que ha tenido que renunciar también recientemente a los Masters 1.000 de Toronto y de Cincinnati. Su tío y entrenador, Toni Nadal, aseguraba en la Cadena SER que Rafa Nadal no volvería a competir hasta que no estuviera al cien po cien. Al día siguiente de estas declaraciones, el mallorquín decide parar también y no disputar el Abierto de Estados Unidos, torneo del que es actual finalista y que ha ganado en una ocasión.
Una temporada truncada
La que estaba siendo una de las mejores temporadas de Rafa Nadal se ha torcido hasta convertirse en una pesadilla. El balear jugó la final del primer Grand Slam de la temporada, en Australia, donde se quedó a un paso de desbancar a Novak Djokovic en un partido para el recuerdo.
Posteriormente, jugó las semifinales del Masters 1.000 de Indian Wells y de Miami, donde ya tuvo que retirarse de la competición antes de afrontar el partido ante Andy Murray por los problemas en su rodilla.
Pese a esos problemas, el balear volvió al circuito en la gira de tierra batida con más fuerza que nunca. Conquistó el Masters 1.000 de Montecarlo, el Conde de Godó de Barcelona y el Masters 1.000 de Roma. Sólo cedió en la tierra azul de Madrid ante Fernando Verdasco, antes de volver a conquistar Roland Garros.
Con el número uno a la vista y en mitad de una temporada que estaba siendo brillante, Nadal caía por sorpresa ante el checo Lukas Rosol en la segunda ronda de Wimbledon. Ese partido, hasta ahora, ha sido el último de Nadal esta temporada.