Neymar, que el pasado miércoles participó en el amistoso que la selección brasileña ganó por 0-3 a Suecia en el estadio Rasunda de Estocolmo, ha regresado a su país en una lujosa avioneta que él mismo ha fletado para poder disputar un partido de Liga con el Santos.
El delantero, que el pasado sábado se colgó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres tras perder la final contra México (1-2), aterrizaba el jueves en la ciudad de Florianópolis, donde el Santos se medirá al Figueirense, y pudo descansar en un hotel durante diez horas antes de dirigirse al estadio.
El propio jugador publicaba una fotografía en su cuenta de Twitter en la que muestra los lujos de la aeronave, que incluye una cómoda cama que le ha permitido dormir durante las catorce horas que ha durado el vuelo.