El Barcelona siempre presumen, y con razón, de cantera. Sin embargo, no es menos cierto que cada verano lleva a cabo grandes inversiones económicas para tratar de apuntalar su plantilla. Y si hay un equipo que ha salido beneficiado de ello, ese es el Arsenal.
Desde que entramos en el nuevo siglo varios futbolistas, siete concretamente, han cambiado Londres por Barcelona. Overmars y Petit, en el 2000, en el verano en el que se marchó Figo, fueron los primeros. Nada menos que 55 millones se gastó Joan Gaspart para traer a los dos gunners y hacer olvidar al portugués. Ninguno de los dos cuajó, y el francés, de hecho, tan solo estuvo una temporada.
El siguiente en dejar Highbury (ahora Fly Emirates) rumbo al Camp Nou fue el también holandés Gio Van Bronkhorst. Tras un año cedido, el Barcelona se hizo completamente con sus servicios por un millón de euros. Uno de los fichajes más rentables del conjunto azulgrana en toda la década.
Hasta 2007 no llegó otro gunner. Fue Thierry Henry, colmando así uno de los sueños de Joan Laporta. El francés aterrizó en Barcelona a cambió de 24 millones de euros, y un año más tarde el bielorruso Alexander Hleb siguió su camino por otro 15 millones. Mientras el primero fue titular durante tres temporadas ganando incluso la Liga de Campeones, el segundo nunca llegó a cuajar en el conjunto azulgrana.
El verano pasado se vivió el siguiente capítulo de la relación Arsenal-Barcelona con la llegada de Cesc Fàbregas al conjunto azulgrana. El regreso del hijo pródigo costó algo más de 40 millones, aunque el rendimiento ofrecido a lo largo de la campaña y la rápida adaptación dan fe de que no fue un dinero mal gasta.
Ahora, el camerunés Alexander Song se convertirá en el séptimo jugador que va de Londres a Barcelona en doce años. El centrocampista, que llegaría para suplir la marcha de Keita, costará alrededor de 20 millones. En total, 155 que se ha gastado el conjunto azulgrana para que el Arsenal siga invirtiendo en jóvenes talentos y venderlos más tarde por precios mucho más elevados. Eso también es cantera.