El entrenador del Athletic de Bilbao, Marcelo Bielsa, ha resaltado que "Fernando Llorente y Javi Martínez son mucho más importantes" que él para el club vizcaíno y ha revelado que habló con ambos en privado para preguntarles si era el "obstáculo" que impedía su continuidad, ya que en ese caso habría "actuado en consecuencia", insinuando su posible dimisión.
La incierta situación de Llorente, que ya ha dejado claro que no va a renovar su contrato que expira en junio, y de Javi Martínez, cuya marcha al Bayern de Múnich parece cada día más cerca, provoca que el Athletic haya "desperdiciado 80 días" ya que "proyectar con acierto es parte del éxito".
"Tengo la mala costumbre de decir la verdad. Sé que Javi Martínez y Llorente son mucho más importantes que yo para el Athletic. Consulté con ellos si ese obstáculo era cierto delante de sus compañeros y también estuve dispuesto a actuar en consecuencia. Si me hubieran dicho que yo era un obstáculo, que obviamente no lo soy porque les ofrecí la oportunidad de decírmelo, habría sabido qué hacer", señaló Bielsa en rueda de prensa.
El argentino reconoció que "el Athletic está pasando por un momento que no es sencillo" después de "un año que no cerró bien, pero que fue muy positivo". "Todos, jugadores, entrenador, afición, el club, teníamos la ilusión de darle continuidad a un proyecto que tiene que estar basado en el poderío futbolístico. Todos lo intentamos, pero no ha sido posible hacer crecer al equipo", lamentó.
Bielsa cree que este "momento de inestabilidad" que atraviesa el club rojiblanco se explica en parte por su "forma histórica de actuar", un modo de pensar "admirable", pero que no corre con unos tiempos que "no son los mismo" teniendo en cuenta la diferencia entre "negocio y sentimiento" que rige el fútbol. Así, "es natural que el Athletic esté sufriendo".
"Estamos tratando de rehacer el proyecto. No es el mismo que hace sesenta días, hay un montón de desvío con infinitos impulsos externos. Nadie es culpable de este clima en el que vivimos. El Athletic no opera con las mismas armas que el resto de equipo, no solo por los jugadores vascos, sino porque tiene criterios comerciales en una industria comercial", analizó.
"Hemos desperdiciado 80 días porque proyectar con acierto es parte del éxito. Imaginamos una realidad que está desvirtuada", resaltó el técnico, que reconoció que su relación con el club ya no es la misma desde la agria polémica por las obras en Lezama, en la que hizo "un uso exagerado de la verdad" que ahora no repetiría.
"En aquel momento estaba tratando de que el club se volviera mucho más atractivo para evitar situaciones como esta (en relación a la petición de salida de Llorente). Desde la experiencia de las obras dudo mucho en decir cosas que son ciertas, pero por lo menos no diría lo contrario", argumentó, recordando que el club le "trató de mentiroso" en aquel momento.
"Con Urrutia no tengo ningún problema, creo que es una buena persona, de verdad, pero no podía quedarme quieto ante eso. ¿Cómo no voy a saludar o a darle la mano a Urrutia? Pero tampoco puedo dejar de decir que el club me acusó de mentiroso en el tema de las obras", reiteró tras hacer una sorprendente revelación: "En el primer año no hablé nunca con Urrutia".