El Arsenal ha vuelto a demostrar porqué lleva once enfrentamientos sin ganar a los dos grandes de la Premier y cinco años sin conquistar un título. Ante las grandes ocasiones, el equipo de Arsene Wenger se arruga. Lo ha aprovechado el Manchester United que, sin demasiados alardes, se ha llevado el partido gracias a un tanto de Park y vuelve a lo más alto de la clasificación con un partido menos.
La alineación de Ferguson hacía presagiar una dura lucha en el centro del campo. El escocés sabía que la fuerza del Arsenal estaba en la parcela ancha y sacrificó a Berbatov para poner a un centrocampista más. Y le funcionó. El balón era del United, mientras que el Arsenal no daba dos pases seguidos. Apenas hubo ocasiones en la primera mitad, pero Park, al filo del descanso, adelantaba de cabeza a los suyos.
El Manchester United fue superior en la primera mitad y se iba a los vestuarios con ventaja. Reaccionó Wenger en la segunda mitad metiendo carne en el asador, incluido a Cesc, que salía de una lesión y estuvo desafortunado. El partido se animó más en el segundo acto, pero siempre fue el United el que llevaba más sensación de peligro. La ocasión más clara la tuvo Rooney, pero envió a las nubes un penalti cometido por Clichy, que estuvo horrible toda la noche superado por Nani.
Con los tímidos intentos del Arsenal finalizaba el partidazo de Inglaterra que nos deja al Manchester United como líder. Los 'gunners' salen muy tocados porque vuelven a ver cómo juegan muy bien y ganan a rivales menos, mientras que se achican ante los poderosos. Los fantasmas sobrevuelan la cabeza de Wenger. Mientras, los Diablos Rojos menos brillantes de los últimos años ya se colocan líderes de la liga inglesa y les falta un partido ante el Blackpool para poner tierra de por medio.