L D (EFE) "Ha sido un robo total y claro, ha sido escandaloso". Así definía el capitán español, el portero David Barrufet, la actuación de los colegiados noruegos Abrahamsen y Kristiansen, que en los últimos minutos en su opinión decantaron la balanza del lado germano con varias polémicas decisiones. Un penalti, dos exclusiones, dos faltas en ataque y un pasivo en los últimos nueve minutos de partido acabaron con las esperanzas del equipo español de repetir el título mundial conquistado en 2005 en Túnez, en un encuentro en que como señalaba el seleccionador español Juan Carlos Pastor "no nos han dejado tener la oportunidad de ganar".
De este modo, la selección española tendrá que enfrentarse el próximo jueves (15.00 horas) con Croacia, que ha perdido por 18-21 con Francia, en un encuentro en el que, como ha advertido Pastor, España no puede dejarse ir, si quiere ocupar una de las siete primeras plazas del Mundial que dan derecho a participar en los tres preolímpicos clasificatorios para los Juegos Olímpicos de Pekín. El mismo objetivo por el que debe pelear Croacia, vigente campeón olímpico, y que ha sido incapaz de superar el entramado defensivo del conjunto francés, en el que ha destacado la actuación de un acertadísimo Thierry Omeyer, que concluyó el encuentro con 22 paradas de cuarenta lanzamientos.
Igualamente parejos se han mostrado los encuentros de cuartos de final disputados en Hamburgo, en los que Polonia y Dinamarca han sellado su pase a las semifinales, tras imponerse respectivamente a Rusia e Islandia. Un solo gol de ventaja (28-27) permite al conjunto polaco, entrenado por el ex jugador, entre otros, de Bidasoa y Barcelona Bogdan Wenta, volver a la elite mundial, de la que llevaba ya apartado muchísimos años.
Los Bielecki, Lijewski y Tkaczyk pelearán el próximo jueves en la ciudad hanseática por un puesto en la gran final con Dinamarca, que se impuso (42-41) con un gol a falta de cinco segundos del lateral Madsen en la segunda prórroga del partido que le enfrentó con Islandia. Los jugadores nórdicos, bronce en los tres últimos Campeonatos de Europa, se encuentran por tanto ante una nueva oportunidad, quizá la más clara, de alcanzar una final mundial, y de intentar trasladar, por fin, a la categoría absoluta el dominio que ejercen desde hace hace años en los torneos júnior.
De este modo, la selección española tendrá que enfrentarse el próximo jueves (15.00 horas) con Croacia, que ha perdido por 18-21 con Francia, en un encuentro en el que, como ha advertido Pastor, España no puede dejarse ir, si quiere ocupar una de las siete primeras plazas del Mundial que dan derecho a participar en los tres preolímpicos clasificatorios para los Juegos Olímpicos de Pekín. El mismo objetivo por el que debe pelear Croacia, vigente campeón olímpico, y que ha sido incapaz de superar el entramado defensivo del conjunto francés, en el que ha destacado la actuación de un acertadísimo Thierry Omeyer, que concluyó el encuentro con 22 paradas de cuarenta lanzamientos.
Igualamente parejos se han mostrado los encuentros de cuartos de final disputados en Hamburgo, en los que Polonia y Dinamarca han sellado su pase a las semifinales, tras imponerse respectivamente a Rusia e Islandia. Un solo gol de ventaja (28-27) permite al conjunto polaco, entrenado por el ex jugador, entre otros, de Bidasoa y Barcelona Bogdan Wenta, volver a la elite mundial, de la que llevaba ya apartado muchísimos años.
Los Bielecki, Lijewski y Tkaczyk pelearán el próximo jueves en la ciudad hanseática por un puesto en la gran final con Dinamarca, que se impuso (42-41) con un gol a falta de cinco segundos del lateral Madsen en la segunda prórroga del partido que le enfrentó con Islandia. Los jugadores nórdicos, bronce en los tres últimos Campeonatos de Europa, se encuentran por tanto ante una nueva oportunidad, quizá la más clara, de alcanzar una final mundial, y de intentar trasladar, por fin, a la categoría absoluta el dominio que ejercen desde hace hace años en los torneos júnior.