El Gran Premio de Canadá ha confirmado el buen momento de McLaren después de llevar a sus dos pilotos a lo más alto, en una carrera sin accidentes y en la que Fernando Alonso ha tenido que conformarse con la tercera posición. Lewis Hamilton se convierte en el nuevo líder del Mundial, seguido de su compañero Jenson Button, que ha firmado una meritoria segunda posición.
Sin hacer mucho ruido, McLaren ha conseguido ponerse al frente del Mundial. Y no sólo eso. Hamilton y Button parecen los pilotos más concentrados en llevar su coche hasta el final de temporada en primera posición.
La carrera de Montreal podía haber sido el regreso de Alonso a lo más alto del podio, pero hubo muchas dudas en Ferrari. El piloto español lo sabía y su rostro al final del mismo era un libro abierto, aunque declarara que el fin de semana había sido positivo para el equipo. Si esta carrera no se la ha embolsado Fernando puede haberse debido a varios detalles que han condicionado el resultado final. Después de la magistral primera parada en el pit lane, donde el asturiano superaba a Hamilton, el inglés le devolvía la jugada en la vuelta 15, cuando Alonso, un poco nervioso, quería quitarse de encima a Buemi y dejaba la puerta abierta al piloto de las flechas plateadas. Primer error del español, al que no solemos ver dudar.
El segundo de los detalles, que por mínimo no ha sido menos decisivo, fue sin duda la segunda parada de Fernando, un giro después de Hamilton, y cuando el asturiano ya le había rebasado. Es cierto que Alonso se encontró un doblado, y que de no haberlo hecho habría salido por delante del inglés tras la parada. Quizás el piloto español debía haber seguido en pista, en vista de los buenos tiempos que estaba haciendo el Ferrari. La única razón que pudo haber llevado al equipo a parar a Alonso fue cubrirse las espaldas en previsión de un posible accidente que obligara a salir al coche de seguridad. Una actitud conformista que muestra los miedos que hay en Maranello a pesar de que las mejoras incorporadas en el coche habían colocado al Ferrari a la altura de McLaren y RedBull.
Y cuando la segunda plaza parecía asegurada, y ya sólo restaban 12 vueltas para el final, un nuevo doblado para Fernando le abría la puerta a Button. ¿Error? ¿Despiste? Sea como fuere, la sensación que daba el asturiano es que le faltaba un poco de push, de empuje, de magia.
Con todo, el piloto español ha mantenido la posición en la que salía, después de que Webber sustituyera la caja de cambios, y sigue con las opciones para luchar por el Mundial intactas. En la clasificación se encuentra cuarto, por detrás de los hombres de McLaren y Webber. La noticia positiva es que Ferrari vuelve a la lucha con los de arriba.
También siguen en liza los dos pilotos de RedBull, que aunque demostraron ser los más rápidos en la clasificación, no consiguieron entrar en la lucha por el podio. Tanto Vettel, cuarto, como Webber, quinto, les falló la gestión que el coche hacía de los neumáticos y por consiguiente les faltó ritmo de carrera para ganar.
En cuanto al resto de españoles, de nuevo Pedro Martínez de la Rosa terminó de ver el final del gran premio desde el garaje. El piloto de Sauber salvó a duras penas la carrera cuando en la primera curva el Renault de Petrov le sacó del asfalto. Pero el motor Ferrari del coche de Pedro dijo basta, 31 vueltas después. Un nuevo varapalo para el español, que se había propuesto puntuar en Canadá y quedar por delante de su compañero, el japonés Kobayashi, quien también tuvo que abandonar en las primeras vueltas. Mejor suerte corrió Jaime Alguersuari que consiguió cruzar la bandera a cuadros, en duodécima posición, eso sí, quedándose fuera de los puntos.
Ya ha empezado la cuenta atrás para el siguiente Gran Premio, el de Valencia, en lo que será el ecuador del Mundial. Sin duda, está siendo una temporada apasionante y muy abierta, en la que esperemos ver más acertado y más competitivo al bicampeón del mundo Fernando Alonso.