Era el día de Juan Carlos Navarro, a quien el club y la afición rindieron un merecido homenaje por sus tres lustros de carrera. El capitán del Barcelona Regal agradeció el reconocimiento demostrando que quince años no son nada para él, convirtiéndose con 24 puntos en el máximo anotador del partido de Euroliga ante el Lietuvos Rytas (90-66)
Sin embargo, el conjunto lituano intentó colarse en la fiesta de La Bomba y lo consiguió durante tres cuartas partes del choque, hasta que las fuerzas le flaquearon y la inexperiencia de algunos de sus jugadores le impidió mantener el pulso hasta el final. Seguramente el ambiente festivo del homenaje a Navarro no ayudó, ni que el Barça, líder invito del grupo, ya estuviera matemáticamente clasificado para el Top 16 o que el Lietuvos llegara al Palau prácticamente desahuciado y con una sola victoria en su haber.
Pero el caso es que los azulgranas no exhibieron su intensidad defensiva habitual en la primera mitad. El buen trabajo en la pintura de Tomic y Lorbek les permitió abrir una primera brecha en el marcador (18-10, m.6). Y las canastas de un motivado Navarro, sobre quien hoy se cernieron todos los focos, le permitió llegar con una cómoda ventaja al final del primer cuarto (27-18). Sin embargo, los locales se dejaron ir en el segundo período. El Lietuvos endureció el partido y el Barça no supo adaptarse al nuevo guión. La pelotas perdidas (11 en la primera mitad) y los malos porcentajes de tiro -el equipo solo anotó dos canastas de jugada en este segundo cuarto- acabaron por condenarle al llegar al descanso.
El conjunto lituano, con Smardziski, Radosevic e Ivanov tirando del carro, logró darle la vuelta al partido (42-45) y marcharse a la ducha tres puntos arriba.
La cara de Xavi Pascual era un poema camino a los vestuarios. Y a buen seguro hizo notar su disgusto a sus hombres durante la interrupción, porque el equipo jugó mucho más agresivo tras la reanudación. Pero al Barça le costó darle la vuelta al electrónico porque su mejor versión defensiva coincidió con los mejores minutos de acierto ofensivo visitante.
Ivanov y Seibutis se resistían a ceder el mando de nuevo a los azulgranas, pero entre Lorbek y Mickeal -gran tercer cuarto el que protagonizaron ambos- consiguieron poner de nuevo por delante a los catalanes (59-56, min.27). Con los mejores minutos de Huertas y Jawai llegó la reacción definitiva, y el Barça acabó 68-60 arriba el tercer cuarto. Ahí acabó la resistencia visitante.
Con el Lietuvos de nuevo fuera de la fiesta -sólo 6 puntos en el último cuarto- el Palau volvió a lucir sus mejores galas para rendirle tributo al mejor jugador que ha dado la historia del club. En pleno festival de Navarro se llegó al final, con un 90-66 ciertamente engañoso para lo que se vio en el parqué durante los cuarenta minutos.