Las críticas de los aficionados a Televisión Española por la forma en que vende y ofrece el baloncesto son continuas. A veces, sin razón; otras, las más, con todos los motivos del mundo. Este domingo, el ente público ha vuelto a poner en bandeja las críticas más fervientes.
Y es que esta mañana, mientras ofrecía los partidos que tenían en juego la clasificación para la Copa del Rey, la situación se tornó surrealista. A falta de pocos segundos para que finalizara el encuentro entre el Joventut y el Blusens Monbus, y con todo por decidir (los gallegos se jugaban su plaza en la Copa), TVE cortó la transmisión para emitir el programa Corazón.
Todos, aficionados del Blusens y aficionados del Estudiantes –que dependían de su derrota para, tras imponerse al Barcelona, lograr su clasificación- se quedaron sin conocer el resultado final, y vieron cómo de repente comenzaba un programa diario.
Como no podía ser de otra forma, Twitter y Facebook se inundaron con multitud de desprecios hacia TVE. Maltrato, chapuza, lamentable, de vergüenza, indignante... fueron las palabras que más se repitieron. Normal. Porque no se trata sólo de un maltrato a los aficionados, sino también al baloncesto en sí.
Un hecho que se viene repitiendo demasiado últimamente. Televisión Española está llevando a cabo cambios horarios incomprensibles, de día, de franja... Además de no haber sabido explotar en condiciones un producto que es muy goloso. Pero lo de hoy puede hacer sido la gota que colme el vaso. La ACB se encuentra sin soluciones a corto plazo, pero no sería de extrañar que buscase otra plataforma para promocionar la segunda mejor liga de baloncesto del planeta.