El Barcelona empieza tomando ventaja ante el Panathinaikos en la serie de cuartos de la Euroliga

El espíritu de Víctor Sada, el inesperado invitado a la fiesta, fue determinante para que el Barcelona Regal sumara su primera victoria en la serie ante el Panathinaikos, después de un partido resuelto en la prórroga (72-70). Cuando nadie se atrevía, el base azulgrana tomó las riendas de la situación y resultó decisivo. Anotó 13 puntos entre el último cuarto y la prórroga y fue determinante cuando al Barça no le funcionaban sus automatismos.

El partido fue un tobogán. Dominó el Barça el primero y el último cuartos. El Panathinaikos, el segundo y el cuarto. En la prórroga los nervios atenazaron a los dos equipos. Pudo decidir Sada, que falló dos libres a 23 segundos, después Tsarsaris también falló los suyos y Tomic para cerrar el partido a dos segundos para la conclusión. Antes de llegar el desenlace, el Barça tuvo el último tiro (64-64) para ganar el partido y no llegar a la prórroga, pero Gist taponó el lanzamiento de Tomic.

El académico juego de los griegos les dio frutos en el inicio. Con el juego defensivo dos contra uno sobre Schorsanitis, el Panathinaikos se movió a la perfección. Bolas rápidas a los exteriores y triples fáciles con lanzadores sin defensa. El Barça no sabía contener el ataque de los helenos y, además, falló demasiado en ataque. Hasta seis balones perdió en el primer cuarto. La ventaja del Panathinaikos se disparó. Comandados por Diamantidis, con los aciertos suyos, de Ukic y de Maciulis, la ventaja se situó en doce puntos (9-21), a 1:40 para el final del primer tiempo.

A pesar del dominio del juego interior del Barça, con un gran Tomic, Xavi Pascual decidió equilibrar la potencia de Schorsanitis (150 kilogramos) con la de Jawai (140). Se compensó el juego defensivo de los azulgranas y a partir del tiro exterior, fueron limando diferencias.

Para ello fue fundamental la salida del segundo tiempo. La entrada en cancha de Saras Jasikevicius, clarividente en las jugadas de bloque y continuación con las que surtió de asistencias a sus pivotes, fue determinante. En 2:30 minutos del segundo cuarto, el Barça anotó los mismos puntos (11) que en los primeros diez y tras conseguir un parcial 11-0 se puso por delante en el tanteador (22-21). Con un baloncesto más controlado, los triples de Navarro y el poder de Tomic (10 puntos, 5 rebotes, 16 valoración en el ecuador), el Barcelona se sintió más a gusto. Mejoró su defensa, aunque el Panathinaikos ya había aprendido la lección. James Gist fue el hombre en el que se sustentó su juego en ataque. El Barça le devolvió ampliado el parcial en el segundo cuarto y pasó a dominar (34-32) al término del segundo cuarto.

Pero en el tercer cuarto, los de Pascual arruinaron su buen trabajo. Permitieron el renacer del Panathinaikos, que recuperó las buenas conexiones de Diamantidis con la pareja de pivotes (Lasme y Gist), mientras que el Barça, entonces comandado por un errático Marcelinho Huertas, no encontraba su rumbo. Se fue el equipo griego hasta el 38-44. Los locales anotaron una canasta y dos tiros libres en ocho minutos. Tomic desapareció, como Navarro, pero el regreso de Jasikevicius animó a su equipo. Anotó cinco puntos consecutivos (41-44), aunque nadie podía frenar a Stephane Lasme y su equipo afrontó el cuarto de la verdad con seis puntos arriba (45-51).

Y en el cuarto decisivo, el Barça tuvo que remontar seis puntos de desventaja a 5:40 para el final. Con 54-60, Navarro y Jasikevicius sumaron sendos triples. Los locales se adelantaron, gracias a la gran actuación de Sada, con 64-61, tras un parcial 7-1, pero Diamantidis heló el Palau con un triple (64-64) antes de la jugada final de Tomic.

En la prórroga, los nervios atenazaron a los dos equipos. Gist puso por delante a los suyos con un triple (69-70), respondió Navarro (72-70) y en los dos últimos minutos fue un rosario de errores. Al final, el Barça se llevó el partido y la primera victoria de la serie.