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El Barça cae ante el Panathinaikos en el segundo partido de cuartos de la Euroliga

Un triple de Diamantidis ha dado la victoria al Panathinaikos (65-66). El Barça debe ganar al menos un partido en Atenas para estar en la Final Four.

Un triple de Diamantidis ha dado la victoria al Panathinaikos (65-66). El Barça debe ganar al menos un partido en Atenas para estar en la Final Four.
Diamantidis (d) controla el balón ante Víctor Sada. | EFE

El FC Barcelona Regal ha dejado escapar la posibilidad de ir a Grecia con 2-0 al perder el segundo partido del playoff de cuartos de final de la Euroliga contra el Panathinaikos (65-66), en otro final ajustado en que Sarunas Jasikevicius tuvo un triple final para conseguir el triunfo, escupido por el aro, y en el que los azulgranas ganaban en los instantes finales hasta un triple de Diamantidis, casi ausente hasta que se le necesitó.

El diamante verde puso la serie como en 2011, cuando acabó el playoff con dos victorias griegas en Atenas y con el Panathinaikos en la Final Four del Palau Sant Jordi, donde los culés iban a ser anfitriones. Para que ello no se repita, los de Xavi Pascual están obligados a ganar un partido en el infierno del OAKA, y para ello deberán encontrar un acierto que este jueves les volvió a lastrar pese a una mejora en el triple.

No obstante, fue la línea de 6,75 metros la que decidió el partido del lado griego. Primero, cuando Diamantidis metió uno defendido por un Nathan Jawai que no llegó a inquietarle ni a hacer falta, en una decisión clave del equipo de Pascual, pues quedaban casi 20 segundos de juego y los blaugranas podían hacer faltas al no estar en bonus. Después, con 8,4 segundos para el final, no hubo vía fácil para canasta en el primer intento y, en el segundo tras saque de fondo, Sarunas Jasikevicius lo hizo bien para disponer de un tiro aparentemente cómodo pero asfixiado por el crono, y su lanzamiento fue repelido por el aro.

Así, un tiro libre fallado por Navarro –el mejor del Barça– fue un punto negativo en su estadística, pues de entrar ponía a los suyos tres arriba y el partido hubiera ido a otra prórroga. Finalmente, el Palau enmudeció y empezó a recordar lo de hace dos años. Que no se repita dependerá del OAKA, donde el Barça deberá tener más temple y más cabeza, además de recuperar físico. Con Alex Abrines se mejoró en este aspecto, pero no lo suficiente para poder llegar en defensa a molestar en el tiro exterior peligrosísimo del Panathinaikos, que al final tuvo en Bramos a su salvador.

Como en el primer duelo de esta serie de cuartos de final, disputado en este mismo escenario (72-70), al Barça Regal le costó llevar el ritmo y encontrar canastas fáciles, si bien una mejora notable en el triple les permitió coger la iniciativa en el marcador y no tener que ir a remolque como sucedió el martes. Pese a ello, el Panathinaikos volvió a estar más enchufado y giró la tortilla con un parcial final de cuarto de 0-6 para irse cinco arriba.

Con un triple de Gist, de menos a más en su aportación, los griegos se fueron de ocho nada más empezar el segundo cuarto y parecía entonces que el guión sería similar a lo visto hace dos días. Pero aparecieron Abrines, ausente entonces, y Marcelinho para dar aire fresco y subir la intensidad defensiva, clave para ir recortando diferencias, consiguiendo ponerse de nuevo arriba para, con un tiro de Navarro sobre la bocina, irse con un colchón de cinco al descanso.

Pese a irse de trece puntos al salir en tromba, el Barça Regal no pudo jugar con la diferencia ni bajar los brazos en ningún momento, porque el Panathinaikos no dio tregua a partir de entonces. Gist cogió las riendas, demasiado solo le dejaban y veía fácil canasta, y contagió a sus compañeros. Con más dureza atrás, obligando al Barça a no encontrar una solución de tiro fácil en ningún momento, y el acierto que no habían tenido hasta entonces en la serie, consiguieron un parcial de 5-18 para igualar la contienda a 45.

Para detener la sangría a la que iba encaminada el partido, Pascual confió en la frescura de un Alex Abrines que respondió, con triple y transformando los tiros libres de una falta provocada al contraataque, lo que por lo menos llevó el duelo al último cuarto con mínima ventaja local (50-48) y la sensación de que la victoria estaba en manos catalanas si podían, como en el tercer período, jugar rápido y con cabeza.

No les fue posible, aunque una técnica a Maciulis propició que Saras y Tomic pusieran al Barça Regal seis arriba casi sin quererlo, aunque se toparon después con un recital de triples verdes para cambiar de nuevo las tornas. Sin duda, un partido de ida y vuelta sin dominador claro y claramente abocado a decidirse en los minutos finales, como viene siendo la tónica en los enfrentamientos entre ambos y como, finalmente, así fue.

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