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El Madrid se impone al Barça y regresa a la final de la Euroliga dieciocho años después

Los blancos, liderados por un colosal Felipe Reyes, vuelven a la final de la Copa de Europa dieciocho años después. El domingo espera Olympiacos.

Los blancos, liderados por un colosal Felipe Reyes, vuelven a la final de la Copa de Europa dieciocho años después. El domingo espera Olympiacos.
Felipe Reyes (c), tras anotar una canasta contra el Barça. | EFE

El Real Madrid vuelve a la final de la Euroliga casi dos décadas después tras superar al Barcelona Regal en un duelo intensísimo que no se decidió hasta el final (67-74). La última Copa de Europa que conquistaron los blancos fue en Zaragoza en 1995, con un equipo comandado por Arvydas Sabonis y Joe Arlauckas y bajo la batuta del laureado Zeljko Obradovic. Entonces ganaron al Olympiacos de Bozidar Maljkovic, en un equipo en el que brillaban jugadores como Tarlac, Sigalas, Volkov o Fassoulas.

Ahora, dieciocho años después y en el O2 Arena de Londres como escenario, de nuevo se verán las caras Madrid y Olympiacos en la gran final. El conjunto ateniense, campeón la pasada edición tras derrotar al CSKA de Moscú en una final increíble, era el primero en lograr su pase al volver a vencer al conjunto ruso que dirige Ettore Messina. El cuadro heleno arrollaba de principio a fin a su rival, que partía como claro favorito, y ahora tiene la oportunidad de convertirse en el segundo equipo, bajo el formato actual de la Euroliga, que conquista dos títulos consecutivos después de que el Maccabi de Tel Aviv lo hiciera en 2004 y 2005.

En el gran duelo de este viernes en el parqué londinense, el gran clásico del baloncesto español trasladado al concierto europeo, Real Madrid y Barça salieron con el cuchillo entre los dientes y al final se llevó el gato al agua el que menos errores cometió en los momentos decisivos. Ahí estuvo la clave de un choque que tuvo emoción a raudales durante los 40 minutos y en el que brillaron por encima del resto los menos esperados.

El partido estaba llamado a ser en buena medida un duelo individual entre Rudy Fernández y Juan Carlos Navarro, pero el mallorquín estuvo desaparecido prácticamente en todo momento -si bien es cierto que protagonizó alguna que otra acción en los últimos compases que acabó resultando decisiva-, mientras que la figura de la Bomba se vio eclipsada por la de un gran Ante Tomic. El pívot croata, que la pasada temporada defendía la camiseta blanca, empezó enseñando sus garras desde muy pronto, imponiéndose bajo el aro y haciendo sufrir a sus excompañeros.

El primer cuarto fue de color azulgrana. Mirotic había empezado bien, pero fue de menos a más, mientras que a Rudy se le veía nervioso y muy desacertado. Por su parte, el Barça, que estaba imponiéndose en defensa al precipitado ataque madridista, fue siempre por delante en el marcador.

Sin embargo, la película cambió en el segundo período con la entrada a la cancha de un sensacional Sergio Rodríguez. El Chacho fue un soplo de aire fresco para el ataque madridista con un recital de asistencias -hasta cinco en siete minutos-, logrando encontrar huecos en la hasta entonces difícilmente expugnable defensa culé y hasta anotando canastas casi imposibles. Uno de los socios de lujo del canario fue su tocayo, Sergio Llull. Hasta entonces casi inédito, el menorquín anotó dos triples estratosféricos consecutivos -Navarro también firmó el suyo entre medias- para poner por primera vez en ventaja al conjunto de Pablo Laso. Los blancos consiguieron irse al descanso con una ventaja de seis puntos (33-39) y la sangría no fue mayor porque Tomic demostró tener la muñeca fina, dando la cara ante el desacierto de compañeros como Jasikevicius, CJ Wallace y, sobre todo, un Erazem Lorbek totalmente desconocido.

La afición blanca pedía a gritos al Chacho, pero Laso apostó al inicio del tercer cuarto por el mismo quinteto que comenzó el partido, con Llull, Rudy, Carlos Suárez, Mirotic y Begic en pista. Más de lo mismo en el Barça, donde Xavi Pascual había reservado a Nathan Jawai. El mastodóntico pívot australiano llegaba muy tocado del pie derecho a esta cita de semifinales y nadie esperaba su concurso, pero el técnico catalán sorprendió dándole unos minutos. Lo malo para su equipo es que, jugando con un notable dolor, apenas pudo aportar nada.

Quien sí empezaba a hacer de las suyas fue Marcelinho Huertas, anotando canastas casi inverosímiles y enchufando un triple tras otro. De nuevo vuelta a la tortilla: con la colaboración de un Madrid nerviosísimo -sólo nueve puntos en el tercer cuarto- ahora era el Barça el que de nuevo marchaba por delante. De cara a los diez últimos minutos, el marcador reflejaba un inquietante 51-48. Así pues, todas las espadas estaban en alto ante un cuarto período que se antojaba de auténtico infarto.

Y, efectivamente, así fue. El Barça quiso poner tierra de por medio gracias a Marcelinho y a un Sarunas Jasikevicius que por fin empezaba a aparecer, pero pareció no contar con la casta de Felipe Reyes. Siempre está ahí el capitán blanco, que como quien no quiere la cosa empezaba a hincharse a anotar puntos -acabó el partido con 17- mientras imponía su presencia y le empezaba a ganar el duelo de cincos a Ante Tomic. Todo pundonor el cordobés, cuya actuación, junto a la de Sergio Rodríguez, acabó llevando en volandas al Madrid hacia la final.

El Barça empezaba a arrojar la toalla en los últimos minutos porque el Madrid estaba lanzado. Supieron dominar mejor los nervios los blancos a la hora de la verdad, controlando un partido que se les había puesto francamente cuesta arriba, para volver a la gran final más de tres lustros después, aspirando a la novena Copa de Europa de su historia. Puede que esta vez sea la buena...


Ficha técnica

Barcelona Regal, 67 (18+15+18+16): Marcelinho (19), Navarro (9), Ingles (5), Lorbek (6) y Tomic (18) -quinteto inicial-, Sada (-), Abrines (-), Jasikevicius (6), Todorovic (2), Rabaseda (-), Jawai (-) y Wallace (2)
Real Madrid, 74 (11+28+9+26): Llull (13), Rudy Fernández (8), Carlos Suárez (6), Mirotic (6) y Begic (4) -quinteto inicial-, Draper (-), Reyes (17), Sergio Rodríguez (12), Carroll (2) y Slaughter (6)

Árbitros: Luigi Lamonica (Italia), Ilija Belosevic (Serbia) y Elias Korominas (Grecia). Sin eliminados
Incidencias: Partido correspondiente a la segunda semifinal de la Final Four de la Euroliga disputado en el O2 Arena de Londres ante 13.193 espectadores

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