El Laboral Kutxa ha dado un paso hacia delante para conseguir su billete para el Top 16 de la Euroliga tras deshacerse en Vitoria del Panathinaikos (79-77), en un partido en el que el conjunto de Sergio Scariolo comenzó apabullando pero en el que acabó sufriendo, teniendo Diamantidis un triple en la última posesión que hubiera dado la victoria a los griegos.
Los vitorianos desplegaron un baloncesto brillante, cercano a la perfección, durante quince minutos pero después tuvieron que lidiar con la reacción del Panathinaikos, que con el eterno Diamantidis al mando a punto de estuvo de destrozar la fiesta local.
Con San Emeterio pletórico (12 puntos) y un acierto colosal desde el perímetro, los locales metieron 34 puntos a los de Pedoulakis en el primer cuarto, con 7/8 triples y 12 asistencias, en lo que fueron los mejores minutos del curso en el Buesa Arena. La renta llegó a dispararse en el segundo cuarto (42-21, min.13), con el Laboral Kutxa intratable en ataque ante las facilidades del Panathinaikos, que encontró no obstante argumentos para detener la tempestad en los cinco últimos minutos del segundo período, cuando se agarró por completo a Diamantidis y su escudero Maciulis.
La diferencia al descanso (55-44), corta para el rendimiento local, hacía presagiar una segunda mitad difícil. Y así fue porque el Panathinaikos fue ajustando su defensa, cortando la sangría y nivelando el partido tras un apagón descomunal de los vascos. Un 2-22 de parcial permitió a los griegos mandar incluso antes de que se llegase al último cuarto (57-58, min.28).
Los de Scariolo supieron levantarse del golpe y volver a encontrar la concentración para llevar la iniciativa en un último cuarto en el que Bjelica ejerció de faro. Con apenas dos puntos de ventaja a falta de tres minutos y medio, los griegos erraron sus ataques y se vieron cinco abajo (79-74) a sólo 44 segundos, permitiendo a los locales acariciar el vital triunfo.
Pero entonces un triple de Fotsis, tras asistencia de Diamantidis, metió el miedo en el cuerpo a los de Scariolo que fallaron su posterior ataque y le dieron el último balón al Panathinaikos. El triple lejano de Diamantidis no entró y el Laboral Kutxa respiró, poniendo el 4-3 en su registro particular y dejando 3-4 a los helenos, dando un paso importante hacia la siguiente fase de la máxima competición continental.