El Unicaja ha forzado el cuarto partido de la serie de semifinales de la Liga Endesa al vencer claramente a un desdibujado Real Madrid, que, a excepción de los dos primeros cuartos, siempre estuvo por detrás en el marcador ante un excepcional conjunto malagueño.
La tensión fue máxima desde el calentamiento y se tradujo en la cancha, con dos equipos con una gran intensidad e igualdad, donde sobresalieron en el primer cuarto el pívot Fran Vázquez, que hizo daño dentro de la zona con 6 puntos, y el base uruguayo Jayson Granger, dirigiendo y anotando con 8 puntos.
En el Real Madrid, que llegó a tener una máxima diferencia de seis puntos (11-17, m.6), con un buen tramo de Tremmel Darden al anotar dos triples consecutivos, diluyó esa ventaja con un parcial de 10-2 favorable al Unicaja (21-19, m.8). Aún así, el Madrid se mantuvo siempre en el encuentro gracias al base Sergio Llull, inconmensurable con nueve puntos (24-25, m.10).
El segundo cuarto transmitió la misma intensidad que el primero, donde el Unicaja se aprovechó a partir del minuto 15 de la endeblez de la defensa madridista y del ocaso en el rebote rival, y empezó a engrasar la máquina desde la línea de 6,75 con el base Earl Calloway y el ala-pívot Nik Caner-Medley como jugadores más efectivos (48-40, m.19). El Madrid sucumbía ante la defensa rival y su acierto y el movimiento en el banquillo de Sergio Llull por Sergio Rodríguez, le dio más carácter ofensivo (50-45).
El Unicaja parecía más entero, más seguro, cometiendo menos errores y más centrado, ante un Real Madrid inseguro, fallón, errático en defensa y mal posicionado en ambas zonas. El equipo malagueño, certero en el triple sorteando la defensa zonal de su oponente, tuvo la clara ventaja de veinte puntos al final del tercer período (75-55, m.30). El Real Madrid estuvo desdibujado y con solamente diez puntos en el tercer cuarto. Eso dice la intensidad defensiva del Unicaja, que le estaba dando el triunfo parcial.
Los cajistas siguieron su ritmo ante un alicaído Real Madrid. La noche soñada se estaba produciendo como mucho empeño y trabajo. Un triple del escolta Txemi Urtasun situó la barrera en 24 puntos (83-59, m.34). Todo parecía decidido y el Real Madrid, sin luz, maquilló el resultado para que la diferencia no fuera abultada. El jueves, a partir de las 20:15 horas, cuarto partido en el mismo escenario.