El Real Madrid ha logrado una cómoda victoria (71-107) en Estambul, donde ha pasado por encima de un Galatasaray muy inferior y mermado por la salida de jugadores por los problemas económicos, en un partido con poca intensidad en el que Rudy Fernández (17 puntos) y Andrés Nocioni (16) y Jaycee Carroll (15) fueron los máximos anotadores blancos.
El conjunto dirigido por Pablo Laso, con un espectacular acierto en triples (19 de 29, 64%), se consolida en el liderato del Grupo E del Top 16 de la Euroliga con ocho victorias en nueve encuentros. Al Galatasaray, hundido por los problemas económicos que le han dejado sin jugadores -el último en salir ha sido el base puertorriqueño Carlos Arroyo-, se le agotan las opciones de superar el grupo al quedarse con sólo dos triunfos.
El Madrid comenzó dominando sobre el Abdi Ipekci con un sobresaliente Felipe Reyes, que dominó en la zona y propició junto al mexicano Gustavo Ayón una primera ventaja visitante (2-8, m.3). El equipo local ensayó una recuperación de la mano del poderío físico del pívot estadounidense Patrick Young y de la velocidad del alero turco recién ingresado Kerem Gonlum. Pero el Madrid contrapuso la velocidad con más velocidad, de la mano de contraataques culminados por Nocioni y Bourousis que le mantuvieron por delante al final del primer cuarto (20-24).
El equipo de Laso optó en el arranque del segundo período por jugar abierto, buscando a sus tiradores liberados, lo que permitió primero a Nocioni y luego a Carroll encadenar sendos triples para firmar un parcial 0-10 (20-34, m.12), continuado por Bourousis y el mismo Carroll. El americano protagonizaba en la primera mitad del segundo cuarto toda una exhibición con un amplio abanico de tiros, penetraciones y asistencias a sus compañeros. Mientras, los turcos se estaban mostrando muy desacertados (32% de acierto en tiros de campo en el comienzo del segundo cuarto y sin anotar desde el triple), y pese a los arranques individuales del base Eder Arslan, no podían evitar que el conjunto español llegara a superar los 20 puntos de diferencia, rematada por un triple de Sergio Rodríguez antes del descanso (34-57).
Para colmo de males, los turcos llegaban al intermedio con una sonora pitada del público a la directiva por la situación económica del club y perdían al base Sinan Guler (15 puntos hasta entonces), que tenía problemas en el tobillo y se despedía del partido antes de tiempo.
Con ese panorama, la defensa turca prácticamente desapareció tras el descanso, lo que permitió a Reyes y Ayón hacer y deshacer a su antojo en la pintura. De esta forma, el Madrid se acercaba a la treintena de puntos de ventaja (43-72, m.25) y sólo los arranques del norteamericano Young, que terminaría como máximo anotador del partido con 19 puntos, destacaban en su equipo, pero que era respondido por el acierto triplista de Sergio Llull. En la tónica de relajación, el 9-0 final del tercer cuarto protagonizado por los triples de Arslan y un 2+1 de Young era casi una anécdota (59-77).
Aunque la remontada amenazaba con trocarse en realidad debido a las canastas de Gonlum y Carter, que sumaban para completar el parcial hasta el 13-0; el Madrid cortaba definitivamente la remontada desde la línea de tres. Un lanzamiento de Sergio Rodríguez y dos consecutivos de Rudy Fernández volvían a incrementar la diferencia, despachando así cualquier duda sobre la victoria visitante, que al final se incrementaba por encima de los treinta puntos: 71-107.