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Pablo Laso: "No veo a Sergio Rodríguez fuera del Real Madrid"

Vicente Azpitarte y su equipo entrevistan al entrenador madridista tras la conquista de la novena Copa de Europa y antes del inicio de los playoffs.

El entrenador del Real Madrid de baloncesto, Pablo Laso, ha pasado este martes por los micrófonos de esRadio para ser entrevistado por Vicente Azpitarte en el programa Tiempo Extra, nueve días después de la novena Copa de Europa de baloncesto conquistada por los blancos en el Palacio de los Deportes.

Con la ayuda de dos expertos en el deporte de la canasta como Vicente Salaner y José Manuel Puertas, el jefe de Deportes del Grupo Libertad Digital ha entrevistado a Laso en el Valle de las Cañas en Pozuelo de Alarcón -lugar donde habitualmente entrena el Madrid de baloncesto-, hasta donde se ha desplazado un equipo especial de esRadio. Sobre la mesa, varios asuntos como el éxito en la Euroliga, los playoffs de la Liga Endesa que arrancan esta semana -el Madrid se medirá en cuartos de final al Herbalife Gran Canaria-, el estado de la plantilla o las sensaciones que tuvo el año pasado cuando estuvo cerca de ser relevado en el banquillo.

Con una sonrisa de oreja a oreja, que Laso dice haber tenido "durante los tres años" que lleva como entrenador del Madrid, comenzaba la entrevista al técnico vitoriano. "Intento mantener esta sonrisa el mayor tiempo posible, sobre todo por salud", dice Pablo Laso, que ha querido resaltar la evolución del equipo a lo largo de una temporada que acabará aproximadamente dentro de un mes con la disputa de la final de los playoffs de la ACB.

"Está mal que yo lo diga, pero tengo la sensación de que los dos o tres primeros meses para nosotros fueron una pretemporada. Una pretemporada, además, en la que estás compitiendo y todo el mundo te juzga (...) Lo más importante era que el equipo creciera y los chicos han ido creciendo poco a poco como equipo, encontrando el camino para ganar. En los momentos importantes siempre han respondido muy bien", destaca.

"No creo en las cicatrices"

Asimismo, Laso recuerda cómo vivió la noche del pasado 17 de mayo, cuando el Madrid ganó la novena Copa de Europa tras derrotar a Olympiacos en la final (78-59). "Era un momento para los jugadores y yo, que he sido jugador, lo sé por experiencia. Mi momento es cuando bajan mis hijos al campo y me dan un abrazo. O cuando subo a la grada y veo a mi mujer, luego cuando felicito a los chicos, a la gente de mi staff... pero a partir de ahí es para los jugadores. ¿Soledad? Puede, pero no en plan malo. Te aíslas y piensas en todo lo que has tenido que pasar. Pero luego, en lo que es la gran celebración, disfruto mucho viendo a gente como el Chapu (Nocioni) dando saltos", relata.

Y es que los blancos por fin pudieron levantar la Novena veinte años después, tras haber perdido las dos finales anteriores contra el Olympiacos y el Maccabi de Tel Aviv. A Laso le preguntaban si quedaba "alguna cicatriz" de la pasada temporada, a lo que el entrenador blanco respondía: "No creo en cicatrices. En el deporte profesional y en el baloncesto no ganas siempre, así que tienes que estar preparado para cuando te vienen mal dadas. Lo más jodido son las lesiones de los jugadores, es lo que te rompe el equipo. Yo la cicatriz que tengo es en el tendón de Aquiles, que me lo rompí".

Así, Laso continuaba diciendo que el año pasado "acabamos con una gran sensación de juego", tras haber perdido la final de la ACB contra el Barcelona en el cuarto partido. "Si llegamos a jugar el quinto partido", dice, "nos hubiéramos presentado con siete jugadores porque estaba todo el mundo lesionado, incluido el entrenador que iba en silla de ruedas (…) Estaba recién operado y quise estar con los chicos en el banquillo porque sentía que necesitaban mi energía. Les dije: 'Aquí hoy salimos a muerte aunque nos tengan que echar en silla de ruedas'. Y me echaron en silla de ruedas", recuerda entre risas.

A Laso, que es consciente de lo difícil que es entrenar a un club como el Real Madrid -"en el Madrid nos juzgan siempre por los títulos", dice-, también le comentaban la destitución de Carlo Ancelotti como entrenador de la sección de fútbol del Real Madrid y le comparaban esta situación con la que él mismo vivió en verano 2014, cuando estuvo cerca de ser despedido por el club.

Una de las críticas hacia Laso fue la de utilizar en todos los partidos los mismos quintetos iniciales y de realizar siempre los mismos cambios. Pero él lo tiene claro: "Veníamos de ganar la Liga con un quinteto muy reconocible en el que los roles eran clarísimos. Salvo en la final de Copa contra el Barça, que jugó Jaycee (Carroll), eran los mismos quintetos. El grupo estaba muy hecho y había unos roles muy definidos. Pero yo no lo considero una crítica, sino una visión de cada equipo, y me parece muy correcta. Este año fue al revés: se decía que los roles no estaban claros porque yo variaba el quinteto titular, pero no era por gusto. Tenía que buscar de alguna manera mi mejor equipo: ver si KC Rivers o Ayón eran mejores saliendo de titulares o desde el banquillo (...) Yo pienso en el futuro. Ahora apostamos por ser más imprevisibles y lo hemos cambiado desde el principio".

Más allá de las críticas, Laso prefiere centrarse en el inminente comienzo de la fase final por el título de la Liga Endesa, empezando por el primer partido de este viernes frente al Herbalife Gran Canaria, con la seria duda de Carroll por un esguince de tobillo -"veo difícil que llegue al viernes y también sería absurdo forzarle", apunta-. Dice que "no sería inteligente estar satisfecho" con los títulos conseguidos hasta el momento -Copa del Rey y Euroliga- y que "va a ser una semana muy complicada para nosotros tras el esfuerzo de la Final Four".

A continuación, el técnico madridista pasaba a desgranar la situación de varios de sus jugadores y el primer nombre en salir a la palestra fue el de un Marcus Slaughter que en diciembre estuvo con un pie fuera del equipo -pudo haberse ido cedido al Maccabi de Tel Aviv- pero que ha acabado yendo de menos a más. "Marcus es el jugador más sencillo de llevar porque sé perfectamente lo que me puede dar. Muchas veces su trabajo se infravalora, pero para nosotros es muy importante en cuanto a actitud y a trabajo, además de tener unas aptitudes que para nosotros son muy necesarias. Vamos justos atléticamente en muchas posiciones y Marcus se puede adaptar perfectamente a ellas", señala.

"Ayón cambia la concepción del equipo"

Quienes apenas han tenido protagonismo este año son Salah Mejri y Ioanis Bourousis. Preguntado por el tunecino y el griego, Laso dice: "Salah no es un pívot al uso, no es un jugador de espaldas. Es un continuador que intimida, que corre y que, según qué días, nos puede dar cosas diferentes. Ioanis es otro estilo de jugador diferente, que necesita más el balón que Salah. Además, ha tenido más problemas físicos que nunca, probablemente derivados del Mundial. No consiguió mantener la regularidad y el estilo de juego del equipo tampoco le ha ayudado a él personalmente".

Quien sí ha acabado rindiendo a muy bien nivel, yendo de menos a más, es Gustavo Ayón. "Lo que realmente cambia la concepción del equipo", señala Laso, "es la llegada de Ayón. Le costó coger su nivel, pero ya hemos visto cómo ha terminado. Se fue a la NBA desde Fuenlabrada sin haber jugado la Euroliga. Ayón vuelve y lo hace recuperando su mejor nivel".

El técnico madridista bromeaba también al reconocer que sus hijos le "echan la bronca" cuando vuelve a casa después de los partidos. "Me dicen que si no juega Chacho, que por qué no juega Salah... pero no me voy a poner a darles explicaciones, bastante tengo ya con mis ayudantes y mi cuerpo técnico", apunta un Laso que reconoce que apenas ha tenido tiempo de saborear el triunfo en la Euroliga junto a su familia.

Ya en un tono más serio, Pablo Laso hablaba de la planificación de la sección de baloncesto del Real Madrid junto a Alberto Herreros y Alberto Angulo, reconociendo que los planes no varían mucho en función de los títulos conseguidos. "Sería muy malo cambiar tus planes en mayo en función de los resultados. Una cosa es tener tus ideas y tus jugadores, pero siempre hay que pensar en función del equipo. El otro día, por ejemplo, dije en un medio en broma que por qué no fichábamos a Spanoulis si es buenísimo. Entonces, ¿qué hacemos con Chacho, con Llull y con Rudy? El equipo tiene una idea y dentro de eso vamos a ver si podemos mantener el equipo, que esa es otra", señala Laso, recordando cómo pesaron en el equipo las marchas de jugadores Dontaye Draper, Tremmell Darden y Nikola Mirotic.

En este sentido, hay dos nombres de jugadores veteranos que podrían salir del Real Madrid este verano, como los de Felipe Reyes y Chapu Nocioni. Pero Laso lo tiene claro. "Cuando yo jugaba, un tío de 30 años ya era viejo. Yo me retiré con 35, así que le gané cinco años. Mira en la NBA a gente como Paul Pierce (37 años). Yo nunca he creído en eso de retirar a un jugador por el carné de identidad. He visto jugadores con 35 años que tienen mucha más hambre que tíos con 23".

Otro de los que se rumorea con una posible marcha a la liga estadounidense es el Chacho Rodríguez, aunque Laso dice que no lo ve fuera del equipo la próxima temporada.

Los terceros cuartos

Una de las mejorías del equipo se ha producido en la mayor concentración que muestra en los terceros cuartos. "En el descanso muchas veces cambias pequeñas cosas. ¿Qué pasa en los otros equipos? Apostamos por un ritmo alto de partido que muchas veces en el tercer cuarto el rival no puede aguantar. Podemos subir el nivel físico del partido y a muchos de los rivales les va a costar mantener el nivel a partir del descanso. El equipo ha sido capaz de entenderlo", dice.

Asimismo, Pablo Laso se ha referido a los jóvenes valores del Real Madrid como Luka Doncic, Santi Yusta, Jonathan Barreiro, Dani Díez o Willy Hernangómez, estos dos últimos elegidos como mejores jugadores jóvenes de la Liga Endesa y cedidos actualmente al Gipuzkoa Basket y al CB Sevilla, respectivamente. "Lo de los jóvenes lo he hablado mucho con Alberto Angulo y Alberto Herreros. Nos ha costado muchos cafés y muchas conversaciones. Hay gente que llega preparada como Mirotic o Doncic, pero otros como Willy y Dani necesitan un crecimiento. Hemos hecho lo correcto con ellos y en otros equipos están demostrando que están preparados, pero hay que ver si tienen sitio cuando vuelvan. La evolución de Willy ha sido buenísima. Y de Dani Díez, qué decir, si ya le hemos visto defendiendo a Spanoulis".

Así, Laso pasa a elogiar el trabajo de Alberto Angulo, coordinador de la cantera madridista. "Es algo que nos enorgullece y que a mí me deja tranquilo porque sé que los jóvenes van a llegar preparados si tengo que tirar de ellos. Pero no vale decir: 'que jueguen un día y ya está'. Eso sería malo. Lo que queremos es que sean jugadores de verdad del Real Madrid. Cuando nos sentamos a ver la plantilla no pensamos en 12 jugadores, sino que pensamos en 17 ó 18. Todos estos jóvenes jugadores pueden ser muy válidos para nosotros".

Uno de los mayores talentos de la canasta blanca es el escolta Luka Doncic, de 16 años y 1,98 metros. Sobre el esloveno, el entrenador madridista admite: "Es un jugador que puede estar a caballo entre los dos equipos y ojalá mi problema sea decir que puede jugar. Luka es un jugador especial, pero es muy pronto todavía y no quiero precipitarme con él", finalizó Pablo Laso.

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