Tras la exigua victoria ante Alemania, España afronta ahora, cambio de país mediante, la fase decisiva del Eurobasket 2015. Los de Sergio Scariolo dejaron atrás Berlín y se trasladarán junto al resto de combinados nacionales a Lille, donde se jugará la fase final de este peculiar campeonato europeo en el Estadio Pierre Mauroy, habitualmente recinto futbolístico pero reconvertido para la ocasión, como ya lo fuera para la final de la Copa Davis en 2014.
Y en tierras galas, el primer escollo en el nuevo camino de la selección será Polonia, un equipo a priori de nivel inferior a España pero que ha cuajado una más que correcta primera fase, concluyendo tercera en el grupo A, disputado en Montpellier. Durante la apertura del torneo, los pupilos del estadounidense Mike Taylor han sumado tres victorias (68-64 ante Bosnia, 79-82 frente a Rusia, y 65-78 en la última jornada ante Finlandia), y sufrieron dos derrotas consecutivas, en el tercer y cuarto partido, ambas de forma muy igualada: 69-66 frente a Francia, y 73-75 ante Israel. Resultados seguramente todos ellos previsibles, salvo el tropiezo ante el equipo hebreo, que ha dado un gran nivel y concluyó segundo en el grupo. Sin embargo, pese a tropezar con los de la Estrella de David, el rendimiento polaco ha sido alto, e incluso llegaron a tener contra las cuerdas a la todopoderosa Francia. Sin duda, Polonia ha dado un paso adelante en este Eurobasket, después de ser poco más que una comparsa en ediciones precedentes.
En los que se refiere a sus jugadores más destacados, dos nombres destacan por encima del resto: Adam Waczynski y Marcin Gortat. El primero, alero del Río Natura Monbús, ha cuajado una semana sensacional, confirmándose como uno de los mejores exteriores del torneo. Sus 17.2 puntos son una cifra a tener muy en cuenta para un alero realmente completo cuyos porcentajes, tanto en tiros de 3 como de 2, se han ido claramente por encima del 50%. El jugador del Obra no es, pues, ni mucho menos una escopera de feria, sino un certero anotador de perímetro al que principalmente Rudy Fernández y Fernando San Emeterio deberán estar muy atentos. En lo referente a Gortat, se trata de un pívot sobradamente conocido, con una más que sólida carrera en la NBA, donde la próxima será su décima temporada. El gran referente espiritual y deportivo de los rojiblancos ha promediado casi 12 puntos y más de 7 rebotes por jornada, y en un líder para su equipo tanto en ataque, como principalmente en defensa. Su duelo con Pau Gasol será determinante, pero a priori el catalán debería salir vencedor de la partida e inclinar la balanzar del encuentro del lado español.
La tercera gran arma polaca es AJ Slaughter, base estadounidense nacionalizado para jugar el Eurobasket. Clásico base afroamericano, más anotador que director, para España sería ideal que su punto de mira desde el triple siguiera desviado, pues llega a estas alturas de la competición con un paupérrimo 3 de 17 (17.6%) desde el 6,75. El balón estará mucho tiempo en sus manos, y tanto Sergio Rodríguez como Llull deberán hacerle trabajar en defensa para llegar con las ideas menos claras al ataque, lo que le hará abusar del individualismo en detrimento del colectivo.
Otros nombres destacados de la rotación de Taylor son Mateusz Ponitka y Damian Kulig, que cierran el quinteto inicial habitual junto a los tres anteriormente mencionados. El banquillo está a años luz de lo que debería aportar la segunda unidad española, por lo que según avance el partido la fractura entre ambos equipos debiera hacerse patente en beneficio de España. Las dos principales bajas en el torneo en las filas polacas son las del pívot, ex del Fútbol Club Barcelona y fichado por el Besiktas, Maciej Lampe, y la del alero eritreo nacionalizado, Tomas Kelati, actualmente en el UCAM Murcia, que tras varios veranos defendiendo a Polonia este verano no ha sido convocado en beneficio de AJ Slaughter, al no ser posible contar con más de un jugador asimilado por equipo.
En lo que se refiere a precedentes, ambos equipos jugaron un amistoso durante la gira de preparación de España. Fue el 16 de agosto en Santander, con triunfo final para los locales por 71-64, si bien es cierto que aquel día la imagen de los de Sergio Scariolo no fue especialmente boyante. Este duelo se ha repetido en los tres últimos eventos continentales, siempre con victoria española. En Eslovenia 2013, España arrasó por 53-89 en la fase de grupos. Más sufrido fue el triunfo en Lituania 2011 en la misma ronda (83-78). Y precisamente en Polonia, en 2009, España enderezó su camino hacia el título final pasando por encima de los anfitriones (68-90), en el partido previo a las eliminatorias. Y, realmente, pese a la mejoría polaca, nada debería justificar que los de Scariolo no sumaran su cuatro triunfo consecutivo en competición oficial ante los polacos.