Por la forma de producirse, quizá la derrota del Real Madrid en Vitoria fue algo menos dolorosa de lo que cabría imaginarse. El escenario, siempre hostil a los blancos, resultaba arduo. El Buesa Arena registró un espectacular lleno, su mejor entrada histórica en ACB, dando sobradas muestras de que este Baskonia de Perasovic ha vuelto a calar en su afición, demasiado sufrida en las temporadas recientes. Ello, junto a una buena campaña de marketing rodeando al partido, dieron de lleno con un encuentro rodeado de un ambiente fantástico, con un espectacular videomapping incluido, y un equipo que quería hurgar en las dudas madrileñas de las dos últimas semanas. Muy especialmente un Ioannis Bourousis del que no sería descabellado decir que está en el mejor momento de forma de su vida.
Y fue precisamente el griego el gran protagonista del duelo. 24 puntos, 8 rebotes, 10 faltas recibidas, y un dolor de cabeza constante para Pablo Laso, en el que casa acción positiva del heleno rezumaba un cierto sabor, no a venganza, pero sí a reivindicación personal. Bourousis ha encontrado casi cuando menos lo esperaba un lugar ideal para él, con un equipo que le rinde pleitesía (llamativo ver a un espíritu libre como Mike James escucharle con devoción en los tiempos muertos), y un entrenador que le considera clave en sus esquemas, lejos de lo que encontró en Madrid especialmente a partir de enero de 2015, cuando Laso se entregó definitivamente con éxito a sus pequeños, una vez que Ayón alcanzó el nivel deseado.
El triunfo vasco (86-80) reivindica el proyecto de Perasovic, que por momentos recuerda a ese Valencia Basket de su primer año completo en tierras del Turia, antes de que el equipo se le fuera de las manos la campaña pasada. Baskonia vuelve a creer en lo que hace tras varios años de zozobra, y eso es una fantástica noticia para la ACB y un serio aviso para la Euroliga, donde los vascos, en ese grupo terrible, serán junto al Khimki la alternativa de poder a Real Madrid, Barcelona, CSKA y Olympiakos. En el bando blanco, llegó la segunda derrota consecutiva en Liga Endesa, tras la sufrida ante el Barcelona, y consuma una semana muy mala, en la que se salvaron los papeles de aquella manera ante el Brose en Euroliga. Sin embargo, comenzaron a verse señales para la esperanza de sus aficionados, inadvertidas ante el Barcelona y que resultaron claves también ante los alemanes entre semana. Chapu Nocioni empieza a olvidar su lesión, y en los mejores minutos del Madrid, estuvo en cancha aportando un plus de intensidad defensiva imperativo para los éxitos de su equipo. En esa línea sorprendió también Maurice Ndour, muy perdido aún en ataque pero con una loable entrega y actividad defensiva. Dio la sensación de que el senegalés, una vez que Taylor sigue sin dar el nivel defensivo exigible, podría empezar a ser la apuesta de Laso para ocupar un rol similar al que tenía Slaughter. Habrá que esperar más partidos para confirmarlo, pero Ndour dejó buenas muestras de actividad y polivalencia defensiva.
El que sigue sin ser relevante, y yendo progresivamente a menos es Willy Hernangómez. Si el año pasado, allá por enero, Laso dio cada vez menos importancia a Bourousis y Mejri, este año el canterano podría seguir el mismo camino. La apuesta del entrenador vitoriano es clara, y ahí un tipo grande, pesado, y no especialmente rápido, como el mayor de los Hernangómez, tiene difícil encaje.
Mención aparte en este resumen semanal para Valencia Basket, que superó sin problemas a Unicaja (81-70) y ya suma 24 triunfos sin derrota desde que se iniciase el curso. 14-0 en Liga Endesa, 10-0 en Eurocup. Fue una nueva demostración de la enorme profundidad del equipo de Pedro Martínez, en el que un día lideran la anotación Sato y Justin Hamilton, otro Dubljevic y Sikma, y ayer le correspondió a San Emeterio y Rafa Martínez. Los valencianos son un bloque férreo, completísimo e inteligente que sigue lanzando avisos a aquel que quiera captarlos. Nadie podrá decir que no estaba sobre aviso.
Precisamente un ex taronja era uno de los grandes alicientes de la jornada: Vitor Faverani debutaba en UCAM Murcia, tras su salida de los Celtics y su horrible paso por el Maccabi, donde se le cortó por problemas físicos. El brasileño no estuvo a la altura en Badalona, y su entrada en cancha coincidió con la pérdida del control del partido para los de Katsikaris y la fuga de la `Penya´, que ya no cedió hasta el final (94-85). En la segunda parte se le vio más fluido en ataque, pero sus problemas defensivos, haciendo internacional a un Drame que no suele pasar de discreto en ataque, demostraron que el ex NBA aún necesita tiempo para darle otro salto de calidad a una plantilla que de momento parece por debajo de las expectativas.