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Arranca la Copa del Rey de baloncesto en La Coruña sin un claro favorito

Tras más de un lustro de absoluto dominio de Real Madrid y Barcelona, Baskonia y Valencia emergen este año como serias alternativas de poder.

Tras más de un lustro de absoluto dominio de Real Madrid y Barcelona, Baskonia y Valencia emergen este año como serias alternativas de poder.
El Coliseum de La Coruña será la sede de la Copa del Rey 2016 | ACB Photo

Entre el 18 y el 21 de febrero lloverá en La Coruña. Seguramente esa sea la única certeza que se pueda afirmar con rotundidad en la previa de la Copa del Rey más igualada del último lustro en el baloncesto español. Y es que el momento más mediático del año para el deporte de la canasta en nuestro país se presenta esta temporada con un escenario que recuerda a tiempos pretéritos, casi de la década pasada, en la que una final entre Real Madrid y Barcelona era poco menos que una noticia, por lo inusual de la misma.

Sería pretencioso, mucho, decir que la final entre los dos grandes del deporte español es improbable, pero sería igualmente erróneo no reconocer que este año existe fundadas opciones de que no se produzca tal partido el domingo. En las últimas ediciones, cuando no fue así fue porque, como en Vitoria en 2013, madrileños y catalanes se cruzaron en cuartos de final. Pero desde la edición de Madrid en 2009, ningún equipo que no sean ellos mismos ha sido capaz de eliminares. La profunda crisis económica que va vivido la ACB ha hecho que el apoyo del fútbol a los dos gigantes generara unas distancias con el común de los mortales no vistas prácticamente desde la fundación de la propia ACB, a primeros de la década de los 80.

Algún opositor a sorpresa ha aparecido en las últimas temporadas, eso sí. Valencia Basket, en 2014, o Unicaja el curso pasado, llegaban al torneo como alternativas de poder, aunque en el fondo todo el mundo pensaba que una final que no fuera Madrid-Barça sería un sorpresón descomunal. Este año, a 24 horas del inicio, la sensación no es esa. Y para muestra, un botón clarísimo: en la clásica encuesta de la propia liga a los diez entrenadores no clasificados para el torneo, cinco de ellos dan ganador a Valencia Basket, tres al Laboral Kutxa, dos al Barcelona y, no es broma, ninguno al Real Madrid, campeón de absolutamente todo hace escasamente cuatro meses.

Y es que, si se analiza la temporada completa, el gran favorito viste de naranja. Valencia Basket, con la única duda del serbio Lucic, llega a Galicia como el mejor equipo de la competición, con un balance espectacular de diecinueve victorias y sólo una derrota. Pero vayamos más allá, para los incrédulos que piensen que realmente lo interesante a la hora de establecer un favorito es la tendencia con la que llegan al torneo: de ser así, hay pocas dudas de que el primero en las apuestas es el Laboral Kutxa. Los baskonistas, en el último mes, han ganado como visitantes en Madrid y Barcelona, y derrotado también a Valencia en el Buesa Arena, donde igualmente cayó el todopoderoso CSKA de Moscú. Los de Velimir Perasovic, con la recuperación además a buen nivel del letal tirador letón Dairis Bertans son, pese a la baja del georgiano Tornike Shengelia, el equipo del momento.

Pese a todo, obviar el potencial, la profundidad de plantilla, y la planificación de Barcelona y Real Madrid ante el torneo sería absurdo. Los catalanes recuperan a Carlos Arroyo, aunque pierden a Shane Lawal, su valladar defensivo en la zona. Los blancos, sin Rudy Fernández también pierden su eje en la retagardia, aunque al ser una baja prolongada deberían haber aprendido a jugar sin él, probablemente no igual que sin los dudosos Reyes y Nocioni, que no estarán al 100% y son piezas cruciales habitualmente. Así, pese a que por poderío económico y plantilla debieran ser los grandes candidatos, ni su temporada completa, ni su tendencia del último mes, ni su estado físico garantizan a ninguno de los dos en la final.

Y a ello, únanle un Río Natura Obradoiro cargado de ilusión como anfitrión ante Laboral Kutxa, un Herbalife Gran Canaria que es sin duda el mejor equipo entre los no favoritos, y que se medirá a Valencia, un Montakit Fuenlabrada vestido de rojo pasión que ya sabe lo que es ganar al Real Madrid y quiere repetir faena con dos orejas y rabo, y un Dominion Bilbao Basket, rival de los de Xavi Pascual, siempre competitivo y cargado de la necesaria experiencia para dar la sorpresa si se tercia. Con tantos alicientes e incertidumbres, esta es una Copa para ganar dinero si les gustan las apuestas. La única certeza es que, efectivamente, los miles de aficionados que poblarán de color la ciudad coruñesa durante un largo fin de semana, se van a mojar. Por lo demás, no pongan la mano en el fuego por casi nada. La Copa, al fin, vuelven a generar incertidumbre en los pronósticos.

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