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España se acostumbra a lo bueno y se impone con contundencia a la República Checa (56-93)

La selección de Sergio Scariolo también pasa el rodillo ante la República Checa con 26 puntos de Pau Gasol.

La selección de Sergio Scariolo también pasa el rodillo ante la República Checa con 26 puntos de Pau Gasol.
Ricky Rubio, uno de los destacados del partido. | EFE

Definitivamente, el aterrizaje de España en el Eurobasket 2017 ha sido a un ritmo superior al de torneos precedentes. Si bien sería arriesgado, y hasta peligroso para los intereses de los de Scariolo, pensar que ya han cogido la velocidad de crucero, una nueva y rotunda victoria ante República Checa en el segundo encuentro (56-93) confirma las excelentes sensaciones del debut.

Si España se propuso mejorar el escandaloso rendimiento ante Montenegro, a fe que lo consiguió en una primera parte nuevamente memorable. Como frente a los balcánicos, las iniciales ventajas rivales (3-6 en el estreno, 2-5 frente a Chequia), no fueron más que espejismos. A lomos del son que marca el eterno Pau Gasol, y aprovechando que, como el primer día, la defensa rival le concede unos espacios exageradísimos, Ricky Rubio, valladar atrás, se envalentonó como nunca en ataque para cuajar acaso su mejor primer cuarto de siempre con España. En apenas seis minutos, catorce puntos sin fallo, con dos triples, dos penetraciones, y cuatro tiros libres, más tres asistencias, encumbraron al de El Masnou hacia ser el más decisivo en el arranque. Los siete puntos de inicio del sorprendente ala pívot checo, Kriz, parecían ya lejanísimos cuando su entrenador paraba el partido por primera vez (9-19).

Con Rubio en el banquillo, España no bajó un ápice su intensidad, ni su acierto. Pau Gasol tomó el relevo como anotador del base, y, con esa sensación de ir sobrado en las competiciones continentales que ya destila desde hace años, levitó por el parqué del Polyvalent Hall de forma celestial. Fueron trece tantos en el primer periodo, que se elevaron hasta veintidós en el intermedio, para veintiseis totales, ante una Chequia sin apenas centímetros que oponer al legendario pívot español. Mientras, y como ante Montenegro, la segunda unidad volvió a regalar los ojos a Sergio Scariolo. Los Hernangómez siguen mostrando ser una garantía de cosas buenas en el futuro, con Willy más poderoso que nunca bajo los aros, y Juancho poniendo los partidos en ambos lados de la cancha a un nivel físico al que pocos llegan en Europa. Más allá de su acierto exterior, su juego en las alturas supone un plus para una España que históricamente sufrió en la posición de `3´ ante los físicos rivales. Oriola, que luce menos, es una garantía de intensidad defensiva y oportunismo y finalización ofensiva. San Emeterio, veterano, ha encontrado quizá uno de sus papeles más relevantes con España antes las bajas en el perímetro, en competencia con un Joan Sastre de enorme inteligencia defensiva.

Bien es cierto, y harán bien los de Scariolo en considerarlo, que la República Checa fue prácticamente un juguete en las manos españolas. Las importantes bajas de Jan Vesely u Ondrej Balvin llevaron a afrontar este Eurobasket con un equipo mermadísimo bajo los aros, ante el que los Gasol, primero, y los Hernangómez, después, camparon a sus anchas, como si de un juego de niños se tratase. El nivel de España parece excelente, pero no se debe obviar que vendrán citas de mayor enjundia, ante las que cualquier posible relajación por la magnífica puesta en escena podría costar un disgusto. El camino hasta la final, en Estambul el 17 de septiembre, es casi tan largo en lo deportivo como la distancia real entre Cluj y la ciudad otomana.

Pero de momento, España se está gustando como pocas veces en el pistoletazo de salida, acaso como desde Japón en 2006, cuando se alzó el título mundial. Hasta Juan Carlos Navarro, sobre el no faltaban dudas acerca de su presencia este año con la selección, está aportando buenos detalles, dentro de ese nuevo rol de secundario, tan extraño para él. Activo en defensa, sudando cada minuto, e incluso más agresivo de lo habitual en la línea de pase rival, su triple sobre la bocina del segundo cuarto, poniendo el sello a una jugada de pizarra de Scariolo, certificó que la reanudación estaría repleta de minutos de la basura, tras un 23-56 demoledor. Un marcador al alcance de muy pocos equipos en Europa, por más que hubiera limitaciones en los checos.

Así que la segunda mitad fue poco menos que un expediente a resolver sin incidencias. España rozó los cuarenta de ventaja en varias ocasiones, y Chequia capeó el temporal como pudo, hasta permitirse ganar por un punto el último cuarto, mal menor donde los haya. Su máximo anotador ante Rumanía en el debut, Vojtech Hruban, autor de 25 tantos ante los anfitriones, no logró su primer punto frente a los de Scariolo hasta ese último periodo, cuando los checos ya eran doblados en el marcador (38-76). Un detalle más que demuestra que España ha entrado en este campeonato a cañonazo limpio. Serán sus rivales los que tengan que bajarle de ese frenesí.

Ficha técnica:

República Checa: 56, (14+9+15+18): Satoransky (8), Bohacik (0), Hruban (4),Kriz (11), y Peterka (6)–cinco inicial- Welsch (2), Palyza (5),Sirina (9),Auda (0), Svrdlik (9),y Kyzlink (2).

España: 93, (33+23+20+17): Rubio (17),Navarro (3), San Emeterio (6), Marc Gasol (8), y Pau Gasol (26)–cinco inicial- Rodríguez (5),Willy Hernangómez (9), Sastre (4), Vives (0), Oriola (8) y Juancho Hernangómez (7).

Árbitros: Anastopoulos (Grecia), Reid (Australia), y Gurion (Israel). Eliminaron por faltas personales al checo Hruban.

Incidencias: partido disputado en el Polyvalent Hall, de Cluj Napoca, correspondiente a la segunda jornada del grupo C del Eurobasket 2017.

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