LD (Europa Press) El histórico ex jugador del Real Madrid reconoce que "no es nada fácil" que vuelva a trabajar en el club, después de haber sido vicepresidente en el mandato de Florentino Pérez. "Hay muchas maneras de volver. La primera de ellas es tomar la decisión de presentarse a las elecciones como posible presidente y eso no va a suceder", sentencia en una entrevista a la radio del club.
Otra sería "que alguien que aspire a ser presidente quiera contar contigo para formar parte de su proyecto" y que a él le interese, algo que parece difícil. "Tendría que darse la condición de que esa persona estime que puedo encajar en un determinado cargo y saber qué es lo que pretende exactamente de mí, conocer su proyecto y si a mí me apetece. Creo que es bastante difícil porque no sé si alguien lo va a ofrecer y porque llegué a ser vicepresidente del Real Madrid, por lo que proponerme algo que me motive mucho no es nada fácil", señaló Butragueño.
El artífice de la 'Quinte del Buitre' no esconde su amor por el club, pero parece que su futuro no pasa por regresar. "Siempre he tenido una sensación de que el Real Madrid está por encima de mí. Siempre. Y yo, lo que tengo que hacer es servir al club, esté donde esté", recalcó.
Emilio Butragueño dijo que sus recuerdos del debut son maravillosos, cuando entró al campo con el Real Madrid perdiendo 2-0 contra el Cádiz y marcó dos goles. "Recuerdo que Di Stéfano me dijo: 'Nene, calentá'. La verdad es que para mí, el día de mi debut fue muy importante porque me dio la posibilidad de jugar en el Real Madrid en el futuro. Sin ese partido, lógicamente, no estaría donde estoy", recuerda.
"Se aceleró el pulso, que es algo normal, pero la verdad es que iba bastante tranquilo", desvela, reconociendo que es complicado que vuelva a darse una generación igual. "Para que eso pasara, coincidieron muchos factores. Éramos jugadores complementarios que surgimos prácticamente al mismo tiempo. Y también hubo alguien como Alfredo Di Stéfano, que tuvo el coraje de darnos la oportunidad de jugar en el primer equipo, algo muy poco habitual en la época", considera.
"Pero luego, todos estuvimos al máximo nivel durante diez años y fuimos internacionales. Yo creo que cuando pasa algo así, el madridismo puede sentirse muy orgulloso", destaca, lamentando que la Copa de Europa fue la asignatura pendiente, aunque Manolo Sanchís la lograra años después. "Por lo menos, dejamos un satélite, pero no basta con merecer algo, hay que ganarlo. Manolo entró en un equipo que ganó los partidos que tuvo que ganar. Nosotros no fuimos capaces. Tuvimos mala suerte, pero no hicimos los deberes en casa", rememoró.