El árbitro Alberto Undiano Mallenco ya había señalado el pitido final del partido que Sevilla y Real Madrid jugaron en el estadio Sánchez Pizjuán, de ida de semifinales de la Copa del Rey, y resuelto con victoria (0-1) del equipo madridista gracias a un gol de Karim Benzema, cuando Iker Casillas recibió el impacto de una botella lanzada desde la grada.
El guardameta quedó tendido sobe el césped durante un par de minutos, pero se recuperó rápidamente y abandonó el campo junto a sus compañeros.
La agresión fue reflejada por Undiano Mallenco en el acta del partido: "Una vez finalizado el encuentro, fue lanzada desde uno de los fondos, donde había ubicados seguidores del club local, una botella de agua pequeña, impactando en la cabeza del dorsal nº 1 del Real Madrid Club de Fútbol, D. Iker Casillas Fernández, el cual se encontraba en el terreno de juego"."El jugador no presenta ninguna lesión como consecuencia del hecho, según nos confirma su delegado instantes después en el vestuario arbitral", escribía el colegiado en el acta.
Después del incidente, el guardameta internacional español no se mordía la lengua en declaraciones a Canal +. "Es una pena que un estúpido, que los hay en todos lados, empañe la imagen de una gran afición. Es lamentable que en este ambientazo haya dos imbéciles que tengan que joder la noche", declaraba.
Sobre este incidente hablaba también el presidente del Sevilla, José María del Nido, quien promete que "va a caer todo el peso de la ley" sobre el agresor. "En la zona donde ha ocurrido el altercado, la policía tiene cámaras en todos los lugares y caerá el peso de la ley sobre él", añadía el dirigente del club andaluz.