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Champions League

Una rocosa Juventus aguanta las embestidas del Mónaco y se cuela en semifinales

Sin brillo pero con oficio, la Vecchia Signora consiguió resistir las acometidas de un Mónaco valiente pero impreciso en los últimos metros.

Sin brillo pero con oficio, la Vecchia Signora consiguió resistir las acometidas de un Mónaco valiente pero impreciso en los últimos metros.
Pirlo y Tévez, los dos capos de la Juventus. | EFE

No fue mejor en los 180 minutos de eliminatoria. A Súbasic, portero del Mónaco, no se le vio, los monegascos tuvieron las mejores ocasiones, la victoria moral es para los de Jardim, pero...es la Juve la que se mete en semifinales. Una roca en defensa, arriba con su dupla de depredadores, Tévez-Morata, y con un Pirlo que sigue manejando el tempo del partido como nadie, el oficio italiano salió a relucir en el Louis II.

Sin brillo, sin chicha, pero la Juve consiguió que el Mónaco, a pesar de tener la posesión y jugar más tiempo en terreno rival, no le creara excesivas ocasiones. Un error de Buffon en un centro de Moutinho, tres disparos de Kondogbia y una buena internada de Silva con pase de la muerte incluido que a punto estuvo Barzagli de meterse en su propia portería, fue el bagaje ofensivo de un Mónaco valiente y que rondó el empate durante 65'. Lo que le duró al gasolina al conjunto de Jardim.

Con un Kondogbia excelso, el 'Puma de Nemours' se comió el centro de operaciones de la Juve, un Moutinho omnipresente, un Silva que sacó a relucir su tremendo talento, y un Kurzawa muy profundo, el Mónaco maniató a los bianconeros y les hizo sufrir.

En la segunda parte, ya con Berbatov en el campo -que lento está el talentoso delantero búlgaro-, el Mónaco tuvo 15 minutos primorosos con una gran circulación de balón, llegadas desde la segunda línea de Moutinho y Kondogbia -tremendo despliegue justo el día en el que algunos medios apuntan el posible interés del Real Madrid en él-, apariciones por los costados de Ferreira-Carrasco -el belga sin espacios no pudo brillar como hizo ante el Arsenal- y de Siva -que buen sabor de boca dejó el 'mini Rui Costa' con un partido muy completo y mucho descaro-, además de ejercer una asfixiante presión sobre la salida de balón juventina que hizo que los de Allegri pasarán los minutos de más agobio.

A partir del minuto 65, la Vecchia Signora tiró de experiencia, anestesió el partido y con un Pirlo estelar a los mandos, consiguió jugar mucho más lejos de su área en la última media hora.

Esta Juve sabe a lo que juega, se encuentra cómoda con y sin balón, en semifinales recuperará a Pogba, una pieza clave para Allegri, y a pesar de que Pirlo y Vidal no pasan por su mejor momento, es un conjunto pegajoso que defiende excelentemente bien y que, ante cualquier descuido, puede tumbarte con un Tévez que está rápido y fino, un Morata que hoy no estuvo bien pero que firma una temporada espectacular, y una segunda línea con mucha llegada. No será fácil hincarle el diente.

Por último, mencionar una jugada que pudo cambiar el desenlace de la eliminatoria. Si en la ida el gol, a la postre definitivo, salió de un penalti inventado por un tropezón de Morata sobre Carvalho, en el Louis II fue Chiellini el que debería besar a Collum -se notó que el árbitro procede de las rudas Scottish Highlands- por dejarle en el campo tras perdonarle la segunda amarilla, mediada la primera mitad, después de que el 'Carnicero de Pisa' diera una patada por detrás sin balón a Moutinho. ¿Qué hubiera pasado de quedarse con 10 la Juventus?


Ficha técnica

Mónaco, 0: Subasic; Fabinho, Raggi, Abdennour, Kurzawa; Joao Moutinho, Toulalan (Berbatov, m.46), Kondogbia; Bernardo Silva, Martial (Germain, m.76) y Ferreira-Carrasco (Matheus Carvalho, m.87)
Juventus, 0: Buffon; Barzagli, Bonucci, Chiellini; Lichtsteiner, Marchisio, Pirlo, Vidal (Pereyra, m.77), Evra (Padoin, m.90); Tévez y Morata (Llorente, m.69).

Árbitro: William Collum (Escocia). Amonestó con tarjeta amarilla a Bernardo Silva y Kondogbia, del Mónaco; y a Chiellini y Tévez, de la Juventus
Incidencias: Partido de vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones disputado en el estadio Luis II de Mónaco ante 16.889 espectadores

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