Todo ha sido risas y buen ambiente en el entrenamiento que el FC Barcelona ha celebrado este viernes por la tarde en el Estadio Olímpico de Berlín, donde este sábado (20:45 horas) se medirá a la Juventus de Turín en busca de su quinta Copa de Europa.
Pero ha habido uno que se ha pasado de listo y ha cometido una imprudencia que bien podría haberle costado un serio disgusto, poniendo en riesgo su integridad física.
Se trata de Dani Alves. Conocido por sus salidas de tono fuera del campo, al lateral brasileño no se le ocurrió otra cosa que bajar las escaleras mecánicas que conducían desde el vestuario del estadio al terreno de juego de una forma nada ortodoxa, agarrado a las barandillas con las manos y los pies al mismo tiempo, corriendo el riesgo de sufrir una caída.
Justo detrás de él aparecía Neymar, que prácticamente ni se inmutó ante lo que hacía su compatriota.
Al final Alves completó el trayecto sin sufrir una caída y luego pudo entrenarse sin problemas sobre el césped.