La Juventus fue eliminada en la prórroga de la vuelta de los octavos de final de la Champions League. Tras ir ganando 0-2, el técnico juventino, Massimiliano Allegri, tomó una decisión difícilmente comprensible. Con el Bayern volcado al ataque, optó por retirar a Álvaro Morata y dar entrada al delantero croata Mario Mand�ukić. Delantero por delantero, pero de características muy distintas.
La salida del '9' de la Juventus, que estaba volviendo loca a la zaga teutona, dio vida al equipo de Pep Guardiola. Sin Morata, la Juve se achicó. Mario Mand�ukić, mucho más estático y nulo jugando al espacio, no es un delantero para jugar a la contra. La Vecchia Signora había perdido el veneno que amenazaba a su rival. Además de mantener a raya a la defensa bávara, muy incómoda con su presencia durante todo el partido, el delantero madrileño insuflaba oxígeno a sus compañeros conduciendo los contraataques y facilitando, de esta manera, que su equipo pudiera adelantar algo las líneas y saliera de la cueva. Sin él, el Bayern inclinó el campo. Su salida coincidió con el acoso y derribo del Bayerische Riese.
Dos goles en 25 minutos del conjunto alemán llevaron el vibrante encuentro a la prórroga, donde Thiago y Coman, resolvieron la eliminatoria (4-2). Allegri, muy criticado en Italia por su incomprensible cambio, aún se estará tirando de los pelos. Es curioso, porque de inicio el técnico italiano le dio un baño táctico a Pep. Pero el de Sampedor supo rehacerse y terminó imponiéndose en la partida de ajedrez de los banquillos gracias a los cambios. Coman y Thiago, dos de los jugadores que salieron desde el banco, inclinaron la balanza.
Exhibición de Morata
El delantero, al que el Real Madrid aún puede recomprar a final de temporada si abona 30 millones de euros, hizo un auténtico partidazo en el Allianz Arena. Además de la espectacular jugada 'messiana' en la que recorre 50 metros dejando atrás a rivales, que dio origen al segundo gol de la Juventus, obra del colombiano Cuadrado, el delantero madrileño marcó un golazo de vaselina que fue anulado por un fuera de juego inexistente y estuvo presente en todas las acciones de peligro de su equipo.
Con una tremenda movilidad, sacando de sitio a los centrales bávaros, tirando desmarques al espacio, asociándose a la perfección, y realizando varias jugadas individuales, en las que dejó patente su tremenda zancada y su buena conducción de balón , el delantero internacionas español se convirtió en una auténtica pesadilla para la zaga del Bayern y se doctoró con un partido de muchos quilates. ¿Terminará de convencer esta exhibición al Real Madrid para decidirse a acometer su retorno?