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Champions League

El Real Madrid se convierte en campeón de Europa por undécima vez (1-1)

Ramos adelantó pronto a los blancos y Carrasco empató en la recta final. En los penaltis, Juanfran mandó el balón al palo y Cristiano no falló.

Es el más importante de todos los trofeos que hay en disputa entre clubes y el Real Madrid ha conseguido levantarlo en once ocasiones. Zinedine Zidane llegó al conjunto blanco en enero para devolver al Madrid al selecto club de los más grandes del continente. El triplete blaugrana de la temporada pasada y el nefasto inicio de la actual campaña, hicieron que el Real Madrid se desdibujara. Pero los blancos, con Ramos y Cristiano al frente, terminan el año de la forma soñada: levantando la undécima.

Simeone marcó los tiempos de la semana cambiando todas las rutinas pero una vez empezado el partido, perdió el control de la situación. Nuevamente marcó Ramos, otra vez se iban a la prórroga tras un empate a uno, de nuevo Filipe Luis le rompía los planes a su entrenador con una lesión y finalmente, Cristiano marcaba el gol que rubricaba la victoria blanca. La rutina se impuso y el Madrid volvió a convertirse en campeón de Europa. Como hace casi siempre que llega a la final. Sólo en tres ocasiones lo blancos no la han ganado, los mismos subcampeonatos que ya tiene el Atlético de Madrid, un equipo que ha demostrado con creces su enorme relevancia en Europa.

A balón parado, como tantas veces este año

Arrancó el partido con los equipos sesteando pero el Madrid generó peligro a balón parado. Como tantas veces este año, con Bale apareciendo en el primer palo y un compañero o la red en segunda instancia. No hizo falta prepararlo pero apareció nuevamente Ramos, como en el milagro de Lisboa. El de Camas, que ya rentabilizó perfectamente aquel gol con una renovación millonaria, vuelve a subrayar su nombre en la historia del Real Madrid. Abrió la lata con un gol de pillo, recordando a Raúl, omnipresente con la camiseta blanca durante todo el fin de semana en Milán. El central se vistió del siete y marcó el primero.

La defensa rojiblanca se desangró por la vía más lógica: "no cambies lo que funciona", Simeone sentó a Giménez para poner en el centro de la zaga colchonera al montenegrino Savic y éste falló y volvió a fallar. Doble falló que dejó tocado al Atlético: pierde la referencia de Ramos -que estaba en fuera de juego- mientras comete un penalti claro no pitado por el colegiado mandando al Atlético a la habitación del sueño -que diría Jaime Ugarte-.

Noqueados los rojiblancos, tuvieron que hacer lo que nunca desean: jugar al fútbol. Este equipo, que ha mejorado ostensiblemente durante este año en esta faceta, sigue sin ser capaz de tejer un juego ofensivo que le permita dominar los encuentros con el balón. Augusto Fernández no apareció hasta después del gol blanco pero el juego colchonero pedía a gritos la entrada en el campo de Carrasco.

La banda derecha del Madrid se convirtió en un agujero negro, tan oscuro como la semana de Carvajal que casi deja a Cristiano sin final tras el fatídico empujón que terminó en dolor para el luso. La amarilla lastró y mucho al lateral blanco que terminó saliendo del campo entre lágrimas y lesionado. Danilo mejoró considerablemente y llegó tan fresco a la recta final del encuentro que fue uno de los estiletes blancos en la prórroga.

Qué listo es Simeone. Lo hizo con Di María cuando no era titular con Ancelotti y lo volvió a hacer esta semana con Casemiro. El entrenador rojiblanco señaló en rueda de prensa al mediocentro brasileño del Real Madrid, como el jugador más importante entre los blancos, pero tenía truco. En la espalda de Casemiro estaba la clave. Griezmann y el Atlético crecieron durante los últimos minutos de la primera parte con los espacios que el francés encontraba una y otra vez tras el brasileño. El árbitro mandó a vestuarios y aún quedaba mucho por ocurrir.

El belga cambió el ritmo

Carrasco entró en acción y revolucionó el ataque rojiblanco en la segunda mitad. El belga es un jugador sensacional. Su actividad y calidad en ataque le aseguran un nombre unido al exitoso futuro rojiblanco.

Y entonces llegó la primera gran ocasión de los de Diego Pablo Simeone. Pepe cometió un penalti tan absurdo como flagrante. Griezmann lanzó el penalti que pudo suponer el empate y que acabó terminando con el galo fuera del partido. Al menos a nivel mental. El genial jugador colchonero no tuvo suerte y el balón se estrelló en el larguero.

Pero aún le quedó al Atlético una bala. Carrasco permitió a los rojiblancos coger aire en una de esas acciones que demuestran por qué el fútbol es un auténtico espectáculo de intensidad y pasión. La jugada no arrancó con el balón en las piernas colchoneras. Fue Bale quien empezó una acción que podría haber terminado con las sentencia blanca. Una jugada cargada de superioridad física y técnica que desaprovechó toda la delantera del Real Madrid. Llegó la vuelta y el pase brillante de Gabi en la media punta terminó en el pie de Juanfran. El lateral puso el balón de su vida para que Carrasco hiciera vibrar, gritar y soñar a la hinchada del Atlético de Madrid.

Minutos de pánico y un campeón

Con empate a uno apareció el miedo a perder. Esa sensación que hace que las revoluciones del partido bajen considerablemente y que todo el mundo empiece a contemplar la opción de la prórroga como la única salida.

Todos los minutos de la temporada se acumularon en las piernas de los 22 jugadores que más que correr, pastaban sobre el terreno de juego. Zidane pecó de inexperto o de conocedor de la condición física de alguno de sus jugadores y gastó los cambios demasiado pronto. Simeone se guardó dos cartas pero las lesiones aparecieron en el bando colchonero y los cambios se agotaron. Pocas ocasiones en la prórroga y a la fatídica tanda de penaltis.

La historia final ya la conocen. Cristiano, como en Lisboa marcó el penalti decisivo y el Real Madrid, gracias a la llegada de Zinedine Zidane en enero, acabó levantando la undécima Copa de Europa.


Ficha técnica

Real Madrid, 1: Keylor Navas; Carvajal (Danilo, m.51), Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Casemiro, Kroos (Isco, m.72), Modric; Bale, Cristiano Ronaldo y Benzema (Lucas Vázquez, m.77)
Atlético de Madrid, 1: Oblak; Juanfran, Savic, Godín, Filipe Luis (Lucas Hernández, m.109); Gabi, Augusto (Carrasco, m.46), Saúl, Koke (Thomas, m.116); Griezmann y Fernando Torres

Goles: 1-0, m.15: Sergio Ramos. 1-1, m.79: Carrasco
Penaltis: 1-0, gol de Lucas Vázquez; 1-1, gol de Griezmann; 2-1, gol de Marcelo; 2-2, gol de Gabi; 3-2, gol de Bale; 3-3, gol de Saúl; 4-3, gol de Sergio Ramos; 4-3, Juanfran, al palo; 5-3, gol de Cristiano
Árbitro: Mark Clattenburg (Inglaterra). Mostró tarjeta amarilla a Carvajal (m.11), Keylor Navas (m.47), Casemiro (m.79), Ramos (m.90), Danilo (m.93) y Pepe (m.111), del Real Madrid; y a Fernando Torres (m.60), Godín (m.66) y Gabi (m.90), del Atlético
Incidencias: Final de la Liga de Campeones disputada en el estadio Giuseppe Meazza ante unos 81.000 espectadores en las gradas. Lleno. El rey Felipe VI y Mariano Rajoy, presidente del Gobierno español, presenciaron el partido desde el palco

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