El Real Madrid jugó anoche los mejores 45 minutos de la temporada en la primera parte del partido ante el Racing de Santander. La casualidad, o no, ha querido que el mejor fútbol aflorara el único día en el que no ha estado sobre el césped Cristiano Ronaldo, pichichi del equipo y luz de guía en los momentos complicados. El Real Madrid sólo ha perdido un encuentro -en Sevilla- cuando CR7 no ha estado sobre el campo.
Ante las bajas en el centro del campo del Real Madrid-Gago, Khedira y Lass-, Mourinho se ideó un esquema diferente, con dos jugadores en punta –Benzema y Adebayor-, y un rombo en el centro del campo, con Granero junto a Xabi Alonso. El esquema se vio modificado debido, también, a la ausencia de Cristiano Ronaldo por primera vez en la temporada.
La presencia del Pirata, aunque su actuación no fue excesivamente brillante, elevó la categoría del fútbol de Xabi Alonso, mucho más cómodo en el terreno de juego. El donostiarra brilló como nunca e inició todas las jugadas del ataque blanco. Además, Özil y Di María camparon a sus anchas en la línea de tres cuartos y se asociaban a la perfección con Benzema y Adebayor, dos delanteros que les gusta participar y combinar con los centrocampistas.
Curiosamente, el día que mejor jugó el Real Madrid no estaba sobre el césped el mejor futbolista del equipo blanco, Cristiano Ronaldo. El rendimiento del portugués está siendo excepcional desde su desembarco el pasado verano. Este año suma 28 dianas, el año pasado 26, y promedia casi un gol por partido vestido de blanco. Las cifras son incontestables y su capacidad para ofrecerse y buscar una alternativa cuando el equipo está atascado, también.
Sin embargo, en ocasiones se empeña en ser el protagonista de cada ataque blanco y su afán de protagonismo va en contra del sentido de equipo. Sus conducciones suelen ser muy largas y sus constantes disparos a puerta desde posiciones inverosímiles desesperan a sus compañeros, que buscan opciones de pase.
Otra característica del juego del Real Madrid que se vio modificada en ausencia del luso, fueron las jugadas a balón parado. Cristiano Ronaldo lanza directamente todas y cada una de las faltas que se producen a una distancia de 30 metros con la portería contraria sin dar chance a otros compañeros. Este año, CR7 no está teniendo fortuna y, en Liga, únicamente ha anotado en Anoeta, con la ayuda de Pepe, y en La Romareda. En El Sardinero se repartieron los lanzamientos entre Xabi Alonso, Özil y Sergio Ramos con suerte dispar. El más cercano a obtener premio fue el donostiarra, que se topó con el larguero.
El próximo partido de Liga ante el Hércules, Cristiano volverá a estar ausente. Como cualquier equipo al que le falta su estrella, el Real Madrid sufre sin la presencia de su buque insignia. Sin embargo, han sabido leer los pros que tiene no poder contar con el portugués. Cristiano Ronaldo también debería sacar sus propias conclusiones y colaborar en el juego colectivo del equipo, algo que adolece en ocasiones, como todo crack en el fútbol.