L D (EFE) En total, cinco partidos y una sola victoria española, 14 sets jugados y sólo tres a favor del conjunto hispano, que ha salido aplastado de Minsk, donde no ha sabido contrarrestar el juego de los rivales en una pista sintética de Taraflex donde ellos se sienten a placer. Aleksander Lukashenko, presidente de Bielorrusia, volvió al Football Manege Stadium para felicitar a sus jugadores, y también para entregar a la escuadra española un ánfora de cristal y unos regalos típicos del país. "Gracias por haber venido aquí vosotros que sois de los mejores del mundo, y por habernos mostrado vuestro tenis que seguro que nos ayudará a mejorar todavía aún más", dijo. "Siempre tendréis aquí un país amigo para recibiros", comentó en tono patriótico.
También felicitó a su equipo al que deseó más resultados, que siguiese la racha en Copa Davis, y que "ojalá sean campeones en los JJ.OO. de Pekín", y luego entregó a Mirnyi y a Voltchkov una pistola de policía a cada uno, como suele hacer con los héroes deportivos de este país, con su nombre grabado en el cañón y unas balas. Robredo, que había perdido contra Mirnyi el primer día en cuatro sets, llegó a tener ventaja de 4-1 en la primera manga contra Voltchkov, pero el tenista de Minsk logró igualar e imponerse en el desempate. En el segundo set, fue Voltchkov el que tomó el mando desde el centro de la pista y desde allí repartió su juego para imponerse con más facilidad aún, y lograr la primera victoria ante Robredo.
Más suelto y relajado que el viernes, David Ferrer soltó el brazo desde el principio para apabullar a Tarasevitch, sustituto de Max Mirnyi. Su rival era demasiado fácil en teoría y en la práctica. Un jugador de 18 años, 1252 del mundo, que no ha jugado un solo torneo del circuito ATP y que este año solo ha disputado uno de los denominados 'Futures' en Tampa (Florida, EE.UU.) y que acabó perdiendo. "El contrincante no era el mismo que el primer día", razonó Ferrer, "hoy he jugado más tranquilo y era cuestión de disfrutar del partido".
No obstante el alicantino recuerda que no pasó una buena noche el viernes cuando cedió el segundo punto ante Voltchkov. "Duele porque te vas a la cama y te vas dolido por lo que pasó. No jugué bien pero di el máximo y me voy de aquí con la conciencia muy tranquila. Por perder no se muere nadie, y aunque duela no queda otra que seguir", comentó. "En estas pistas se juegan solo un torneo y tampoco estamos tan acostumbrados. La Davis tiene eso, jugando fuera de casa no es fácil sacar la eliminatoria", dijo.
También felicitó a su equipo al que deseó más resultados, que siguiese la racha en Copa Davis, y que "ojalá sean campeones en los JJ.OO. de Pekín", y luego entregó a Mirnyi y a Voltchkov una pistola de policía a cada uno, como suele hacer con los héroes deportivos de este país, con su nombre grabado en el cañón y unas balas. Robredo, que había perdido contra Mirnyi el primer día en cuatro sets, llegó a tener ventaja de 4-1 en la primera manga contra Voltchkov, pero el tenista de Minsk logró igualar e imponerse en el desempate. En el segundo set, fue Voltchkov el que tomó el mando desde el centro de la pista y desde allí repartió su juego para imponerse con más facilidad aún, y lograr la primera victoria ante Robredo.
Más suelto y relajado que el viernes, David Ferrer soltó el brazo desde el principio para apabullar a Tarasevitch, sustituto de Max Mirnyi. Su rival era demasiado fácil en teoría y en la práctica. Un jugador de 18 años, 1252 del mundo, que no ha jugado un solo torneo del circuito ATP y que este año solo ha disputado uno de los denominados 'Futures' en Tampa (Florida, EE.UU.) y que acabó perdiendo. "El contrincante no era el mismo que el primer día", razonó Ferrer, "hoy he jugado más tranquilo y era cuestión de disfrutar del partido".
No obstante el alicantino recuerda que no pasó una buena noche el viernes cuando cedió el segundo punto ante Voltchkov. "Duele porque te vas a la cama y te vas dolido por lo que pasó. No jugué bien pero di el máximo y me voy de aquí con la conciencia muy tranquila. Por perder no se muere nadie, y aunque duela no queda otra que seguir", comentó. "En estas pistas se juegan solo un torneo y tampoco estamos tan acostumbrados. La Davis tiene eso, jugando fuera de casa no es fácil sacar la eliminatoria", dijo.