Todos los españoles amantes del motor deberíamos estar de enhorabuena. Esta temporada habrá cuatro pilotos españoles en parrilla -tres titulares y un probador- y ahora un constructor. Pero no es oro todo lo que reluce. Si bien es cierto que no es sencillo hacerse un hueco en la categoría más exigente y más cara de la automoción, los españoles no somos principiantes en la organización de equipos de alta competición. Sólo hay que echar un vistazo al Mundial de motociclismo para comprobar que España tiene una larga experiencia en estos lares, que ha llevado incluso a una empresa española, Dorna, a organizar el Mundial de motos.
Campos Meta, primero, e Hispania Racing después han dejado mucho que desear en la organización y puesta en funcionamiento de la nueva escudería. Dicen algunas voces de la Federación Española que Adrián Campos, sin duda un referente de la F1 en España, no supo mover los hilos o quizás dejó que otros se los movieran de manera errática. Tan errática que ha estado a punto de quedar fuera de su propio proyecto por falta de patrocinador. En un principio se barajó que fuera Joan Villadelprat y su proyecto el que acompañara a Adrián Campos. Pero no pudo ser.
Finalmente, y hace poco más de dos semanas, José Ramón Carabante consiguió lo más importante en este circo, el dinero. Con ayuda y el beneplácito del patrón de la FIA, Bernie Ecclestone, y el apoyo de un patrocinador alemán, Hispania Racing rodará, Dios mediante, los próximos 12, 13 y 14 de marzo en el circuito de Bahrein. El coche, que se ha fabricado por Dallara en Italia y llevará motor Cosworth, tiene que superar todavía varias pruebas en el país transalpino antes de embarcar hacia Oriente.
Para Hispania Racing no ha habido entrenamientos, ni test de pretemporada, ni sus dos pilotos oficiales, Bruno Senna y Karun Chandhok, viejos conocidos de la GP2, han probado el monoplaza.
Cabe preguntarse si el HRT está preparado para competir junto al resto de escuderías. No contra ellas, sino simplemente al lado de ellas. ¿Vale la pena jugar a las carreras, por jugar?
El equipo técnico que tendrá la responsabilidad de poner en marcha este arduo proyecto está liderado por el rumano Colin Kolles, un viejo conocido de la Fórmula Uno, y estará arropado por ingenieros y mecánicos con experiencia anterior en otras escuderías.
No hay que negar que los comienzos, y más en un sector tan exigente y desigual como éste, no han sido fáciles para ningún constructor. Y si no que se lo digan a USF1, que finalmente se ha caído de la parrilla y tendrá que esperar una o varias temporadas para poner su creación sobre el asfalto.
A pesar de lo dicho y aunque las condiciones no han sido ni son las más favorables, cualquier aficionado español a la F1 seguro que desea lo mejor para este equipo. Nosotros también.