De salida, Lituania volvió a demostrar las mismas buenas sensaciones que le habían llevado hasta las semifinales, pese a no ser en absoluto favorita a ello al inicio del torneo. Con un juego rápido y compensado entre posiciones, los de Kemzura sorprendieron de salida (0-4), con un acertado Javtokas. Tras el primer minuto de despiste, esa máquina de anota puntos que se llama Kevin Durant comenzó a carburar. El jugador formado en la Universidad de Texas empezó a mostrar el enorme repertorio que forma su arsenal ofensivo, para anotar, con puntos de as las maneras, doce puntos en los primeros cinco minutos de juego (14-11). El alero de los Oklahoma City Thunder de la NBA siguió ejerciendo como líder absoluto de su selección y, tras concluir los primeros diez minutos con diecisiete puntos, dejó el partido de cara para Estados Unidos (23-12).
Tras tres minutos del segundo cuarto, Mike Kryzyzewski, técnico americano, mandó a Durant al banquillo, ya con diecinueve puntos (29-14). La exhibición del fenomenal jugador en el Sinan Erdem había resultado antológica, siendo el absoluto dominador del partido y aportando en todas las facetas. Pero los descansos para Durant han llegado con cuentagotas durante todo el campeonato, y dos minutos después ya estaba de nuevo en la cancha (31-20). A todo esto, Lituania aguantaba el chaparrón como podía.
El despliegue físico habitual en sus rivales, con Derrick Rose saliendo embalado a formar el ataque y evitando que la defensa báltica se montara con sencillez, estaba superando claramente a los europeos, demostró un mate espectacular con falta adicional de Andre Iguodala. El tercer triple de Pocius hizo soñar a Lituania (33-25), pero el excesivo individualismo de Kleiza, recién fichado de vuelta a la NBA por los Toronto Raptors, obligó a Kestutis Kemzura a parar el partido para serenar los ánimos (35-25). Sin embargo, no pareció servir de mucho lo que el técnico lituano dijo a los suyos en esos sesenta segundos. Cinco nuevos puntos de Durantula (¡veinticuatro ya!), dejaron el partido prácticamente decidido en el descanso (42-27).
Nuevamente Lituania comenzó muy metida en el tercer cuarto, como ya sucediera tras el salto inicial. Los triples de Maciulis (dos), y Kalnietis, dieron animos a la ruidosa afición báltica, que se había ganado el cariño de los turcos que poco a poco llenaban el Sinan Erdem y que preferían, lógicamente, a la selección europea en la final (50-40). Pero otro tiro lejano de Durant, y los buenos minutos de Lamar Odom en rebote y anotación interior dieron de nuevo al traste con el amago de remontada lituano (59-40). Kemzura colocó a su equipo en zona 2-3, y, pese a dos nuevas canastas de Durant, los buenos minutos del ex del CB Murcia, Tomas Delininkaitis, hacían mantener un halo de esperanza a los ex soviéticos al final del tercer cuarto (65-53).
Pese al ímpetu de Lituania, mostrado con un espectacular mate del nuevo jugador del Power Electronics Valencia, Robertas Javtokas, el partido era de Durant. Siete puntos más del jugador de Oklahoma City, comenzando el último periodo, resolvieron el partido para los yankees a cuatro minutos del final (82-64). Tras su enésimo triple, se dirigió a la grada, señaló varias veces la palabra "USA" de su camiseta, y se despidió haciendo un saludo militar.
El domingo, contra Turquía o Serbia, se ha citado para una nueva exhibición ante quien se ponga por delante. Pero ojo, que si son los otomanos, el ambiente promete ser de aúpa contra la nueva megaestrella del imperio americano. Sus treinta y ocho puntos y nueve rebotes ante Lituania dejaron claro quién es el auténtico amo del Mundobasket en la victoria estadounidense por 89-74.