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El CSKA de Moscú acaba de un plumazo con la imbatibilidad del Madrid en la Euroliga (64-52)

Después de cuatro victorias consecutivas, el Real Madrid ha encajado su primera derrota en la Euroliga al perder en la cancha del CSKA de Moscú. El encuentro resultó muy igualado hasta el descanso, pero a partir de ahí el equipo ruso asfixió en ataque a los blancos, que sólo anotaron 25 puntos en los dos últimos cuartos. Por su parte, el Tau Cerámica ha logrado su primera victoria con Velimir Perasovic como entrenador al imponerse al Benetton de Treviso en la prórroga (92-96).

Después de cuatro victorias consecutivas, el Real Madrid ha encajado su primera derrota en la Euroliga al perder en la cancha del CSKA de Moscú. El encuentro resultó muy igualado hasta el descanso, pero a partir de ahí el equipo ruso asfixió en ataque a los blancos, que sólo anotaron 25 puntos en los dos últimos cuartos. Por su parte, el Tau Cerámica ha logrado su primera victoria con Velimir Perasovic como entrenador al imponerse al Benetton de Treviso en la prórroga (92-96).
L D (EFE) Los blancos empezaron pisando con fuerza el parqué del Universal Sport Halle, tomaron la delantera y rivalizaron con los rusos en solidez defensiva, pero a partir del minuto 7 el conjunto moscovita demostró su verdadero potencial y la influencia del técnico italiano Ettore Messina en los movimientos de destrucción. El CSKA regaló unos minutos de control y luego impuso su ritmo y su juego desde el exterior y también dentro de las zonas. En los siete primeros minutos no pudo contener la fluidez ofensiva madrileña. Luego, fue capaz de forzar 18 pérdidas de balón, de sacar a los pívots madridistas de la zona, de cortar cualquier atisbo de contragolpe rival y de reducir la producción blanca en ataque a unas cuantas cestas.

El acierto exterior lanzó a los hombres de Bozidar Maljkovic en medio de un atasco atacante que limitó al CSKA a cuatro puntos en 7 minutos, dos tiros libres del ruso-estadounidense John Robert Holden y una cesta del danés David Andersen. Messina tuvo que parar el partido. Modificó las líneas con la entrada del griego Theodoros Papalukas, el esloveno Matjas Smodis y los 215 céntimetros de Sergui Savrasenko, y el CSKA empezó a carburar en ataque al tiempo que el Madrid perdía mordiente ante el aro ruso.

Después de siete minutos con cuatro puntos, los moscovitas devolvieron el golpe. El campeón de la ACB pasó seis sin sumar ni un tanto, entre el minuto 7 y el 13. Maljkovic, sin embargo, encontró remedio en Igor Rakocevic. El serbio, que no jugaba desde el 17 de noviembre cuando se lesionó en la pista del Partizan de Belgrado, entró al final del primer cuarto y fue clave en el resurgir blanco. Tras un parcial de 18-0, aderezado con seis puntos consecutivos de Savrasenko en el arranque del segundo corte (de 4-12 a 22-12), el internacional plavi asumió la responsabilidad.

Rakocevic cambió el ritmo, buscó tiros rápidos y consiguió que el Madrid enfilase el túnel de vestuarios metido de lleno en el partido (29-27). Su ausencia en la reanudación volvió a dejar huérfanos a los blancos. Cuando regresó a la cancha, a tres minutos del final del período, la diferencia había vuelto a ampliarse. Un triple y una canasta de Gelabale, otra de Felipe Reyes y una más de Rakocevic fue todo lo que anotó el Madrid en el tercer período (45-35).

El CSKA ni siquiera acusó la baja de Smodis (m.14) por una torcedura de tobillo. En el cuarto tramo consolidó la ventaja y el dominio a través del estadounidense Trajan Langdon, aunque los blancos, pese a todo, tuvieron la ocasión de reengancharse al choque. Un triple de Louis Bullock y otro de Rakocevic pusieron el marcador en 54-47 (m.37), pero los moscovitas no perdieron el temple y con un 6-0 dejaron el choque visto para sentencia.

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