L D (EFE) Fuentes próximas a Gabriel Rodríguez, de 29 años y simpatizante de la peña deportivista "Riazor Blues", explicaron este viernes que el joven se personó en Santiago ante el juez que instruye la causa acompañado de su padre y un abogado pero que no se declaró autor de la muerte. El juez, sin embargo, ordenó su ingresó en prisión como medida preventiva, por lo que, tras pasar la noche en los calabozos municipales de la capital gallega, fue trasladado a la prisión coruñesa de Teixeiro.
Fuentes de la investigación informaron de que Rodríguez había sido identificado como el supuesto autor del fuerte impacto en el hígado (probablemente una patada de kárate) que acabó con la vida del seguidor del Deportivo y que éste se había entregado por la presión social y policial a la que se había visto sometido, en un intento de atenuar sus posibles cargos. Sin embargo, desde el entorno del detenido se insistió en que éste no pretendía entregarse a la Policía, sino que "compareció voluntariamente" para declarar ante el titular del Juzgado número 5 de Santiago, Jorge Cid.
Durante la noche del jueves y en la mañana de este viernes, la Policía detuvo a dos nuevos jóvenes, quienes, según fuentes de la investigación, formaban parte del grupo con el que Rodríguez acudió al estadio de San Lázaro el pasado martes para asistir al partido de Copa del Rey entre el Compostela y el Deportivo, en el que se registraron numerosos actos vandálicos. La Policía intenta determinar cuál es el grado de implicación en los hechos de otros componentes del grupo de aficionados "Riazor Blues" que se encontraban junto a Rodríguez en el momento de la agresión mortal.
No se descartan más detenciones
El delegado del Gobierno en Galicia, Arsenio Fernández de Mesa, apuntó en La Coruña, durante los actos de la patrona de la Guardia Civil, la posibilidad de que se practiquen nuevas detenciones en relación a este caso. Este suceso, que ha conmocionado a la sociedad gallega, ha llevado al presidente de la Xunta, Manuel Fraga, a convocar una reunión entre responsables de la Administración autonómica y los clubes de fútbol para intentar consensuar medidas tendentes a evitar la violencia en el deporte.
El alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, insistió en que tiene que producirse una "reflexión profunda" en el ámbito de las administraciones y de los clubes para que no se "siga alimentando a determinados grupos, porque de aquellos polvos vienen estos lodos".
Por otra parte, el Deportivo de La Coruña ha recibido múltiples muestras de condolencia por el fallecimiento del socio del club, entre ellas la de la familia del aficionado de la Real Sociedad Aitor Zabaleta, apuñalado en 1998 por un ultra del Atlético de Madrid.
Fuentes de la investigación informaron de que Rodríguez había sido identificado como el supuesto autor del fuerte impacto en el hígado (probablemente una patada de kárate) que acabó con la vida del seguidor del Deportivo y que éste se había entregado por la presión social y policial a la que se había visto sometido, en un intento de atenuar sus posibles cargos. Sin embargo, desde el entorno del detenido se insistió en que éste no pretendía entregarse a la Policía, sino que "compareció voluntariamente" para declarar ante el titular del Juzgado número 5 de Santiago, Jorge Cid.
Durante la noche del jueves y en la mañana de este viernes, la Policía detuvo a dos nuevos jóvenes, quienes, según fuentes de la investigación, formaban parte del grupo con el que Rodríguez acudió al estadio de San Lázaro el pasado martes para asistir al partido de Copa del Rey entre el Compostela y el Deportivo, en el que se registraron numerosos actos vandálicos. La Policía intenta determinar cuál es el grado de implicación en los hechos de otros componentes del grupo de aficionados "Riazor Blues" que se encontraban junto a Rodríguez en el momento de la agresión mortal.
No se descartan más detenciones
El delegado del Gobierno en Galicia, Arsenio Fernández de Mesa, apuntó en La Coruña, durante los actos de la patrona de la Guardia Civil, la posibilidad de que se practiquen nuevas detenciones en relación a este caso. Este suceso, que ha conmocionado a la sociedad gallega, ha llevado al presidente de la Xunta, Manuel Fraga, a convocar una reunión entre responsables de la Administración autonómica y los clubes de fútbol para intentar consensuar medidas tendentes a evitar la violencia en el deporte.
El alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, insistió en que tiene que producirse una "reflexión profunda" en el ámbito de las administraciones y de los clubes para que no se "siga alimentando a determinados grupos, porque de aquellos polvos vienen estos lodos".
Por otra parte, el Deportivo de La Coruña ha recibido múltiples muestras de condolencia por el fallecimiento del socio del club, entre ellas la de la familia del aficionado de la Real Sociedad Aitor Zabaleta, apuñalado en 1998 por un ultra del Atlético de Madrid.