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El Madrid sale airoso del infierno turco y se da un respiro en la Euroliga

El Real Madrid encontró en Estambul, sobre la cancha del Pabellón Abdi Ipecki y con el Efes Pilsen enfrente, la conjunción de elementos que le puedan llevar lejos tanto en la ACB como en la Euroliga esta temporada si insiste en mantener el cóctel, muy sabroso si los dos nuevos estadounidenses, Quinton Hosley y Jeremiah Massey, siguen en la misma tónica.

El Real Madrid encontró en Estambul, sobre la cancha del Pabellón Abdi Ipecki y con el Efes Pilsen enfrente, la conjunción de elementos que le puedan llevar lejos tanto en la ACB como en la Euroliga esta temporada si insiste en mantener el cóctel, muy sabroso si los dos nuevos estadounidenses, Quinton Hosley y Jeremiah Massey, siguen en la misma tónica.

L D (EFE) Hosley arrasó el parqué del coliseo estambulí en una primera parte primorosa. El norteamericano metió veinte puntos antes del descanso, pero sin abusar del lanzamiento, sin egoísmo, como el mecanismo de un artefacto en el que cada elemento desempeña su trabajo para la correcta carburación del conjunto.

Hosley anotó veinte puntos, algunos de ellos en acciones de enorme clase individual, pero siempre dentro de la dinámica del colectivo. Nunca se apropió de opciones que no le correspondieran o fueran oportunas; no acaparó protagonismo ajeno. No pensó sólo en él. El alero concretó la sobriedad del Real Madrid en el aro turco en una serie que, además, resalta su enorme efectividad: seis de siete de dos, dos de tres en triples y dos de dos desde los 4,60 metros.
 
A esa impecable tarjeta añadió, también, dos rebotes. La excelente noche del estadounidense ante el Efes duró medio tiempo. Luego dejó paso para que otros hombres como Sergi Llull, Felipe Reyes, un acertado Alex Mumbrú y, también, Jeremiah Massey despacharan la velada con una solvencia que los blancos no habían mostrado todavía. Ahora mismo, el Madrid, que podía haber abierto una brecha abismal antes del descanso de no haber sido por la irrupción en el juego del base serbio Milos Vujanic (trece puntos en el primer tiempo con tres de tres de dos, dos de dos en triples y uno de dos en tiros libres).
 
Vujanic echó un cable a Kaya Peker y al ex madridista Charles Smith, que conformaron el trio vital de la formación estambulí. El feudo del Efes esconde muchos peligros para cualquier equipo, también en la Euroliga, y el Madrid supo imponerse sin dar opción ninguna al equipo de Ergin Ataman cuando éste le desafió. Smith puso el tanteador en 60-62 con un par de tiros libres en plena efervescencia del tercer cuarto. Era una nueva oleada de los turcos, que ya se habían visto diez puntos por detrás en varias ocasiones. Ahí se le acabaron las oportunidades.
 
Los blancos respondieron a la carga otomana sin titubeos. Se situaron con 61-73 mediante una serie que incluyó un triple de Massey y abonaron el terreno para dar el golpe de gracia en el último acto. No pestañearon. Dominaron al Efes sin aparentar agobios ni apreturas, tocaron una máxima ventaja de dieciséis puntos (75-91) y Sergi Llull se dio un homenaje personal en las acciones que cerraron la primera victoria madridista en Europa de la temporada fuera de casa.
 

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