Llegó la primera carrera de la temporada y Australia supuso la primera gran decepción de Fernando Alonso en la temporada 2014. Los equipos ponían por primera vez a la vista todas sus armas y el gran premio confirmó los pronósticos de la pretemporada. Mercedes tiene el coche más rápido de la parrilla y Ferrari se encuentra lejos de poder tener un coche para competir por el título.
El piloto español no pudo ocultar la desilusión después de lo vivido en Melbourne, consciente de que espera otra temporada complicada si no llegan cambios importantes para su monoplaza. "Me hubiera gustado empezar la temporada con un podio. La verdad es que hemos tirado a tope toda la carrera, es decir, no había nada que nos pudiéramos guardar o mejorar de potencia o algo así. No puedo estar feliz con nuestro rendimiento. Los motores Mercedes parecen de otra categoría y la lucha de tú a tú era imposible", aseguró.
El panorama se ha complicado para Ferrari, que no esperaba el rendimiento del Red Bull de Daniel Ricciardo. El compañero de equipo de Sebastian Vettel logró el segundo mejor tiempo en la calificación, algo inesperado dentro de la parrilla después de la complicada pretemporada del equipo. Red Bull no está lejos y Vettel podría perder menos puntos de los esperados en las primeras carreras.
La Scuderia sabe que no ha llegado con los deberes hechos al comienzo de una temporada que invitaba al optimismo, con una nueva normativa que obligaba a los equipos a empezar de cero. Ferrari trabaja a contrarreloj para reducir la distancia con las escuderías que montan motores Mercedes e introducir mejoras que rompan con el pesimismo con el que ha comenzado la temporada Alonso.