Hubo que esperar siete carreras para ver a la escudería Mercedes flojear, hincar por primera vez la rodilla en la tierra y perder la primera carrera de la temporada. El GP de Canadá deparó la victoria del australiano Ricciardo que, a los mandos del Red Bull, se aprovechó del primer mal día de los hombres de Mercedes.
Y eso que Hamilton quiso atacar la primera plaza de Rosberg en la salida con una maniobra arriesgada de la que se benefició Vettel para colocarse segundo. En esas primeras curvas, el safety car hizo su primera entrada en pista debido al choque entre los dos Marussia que les envió contra las protecciones. La salida había mantenido estables las posiciones, excepto para Fernando Alonso, que perdió un puesto ante Vergne y entendió que se avecinaba otra carrera complicada, a pesar de las supuestas mejoras que había llevado Ferrari a Canadá.
Tras la reanudación, Hamilton no tardó en poner en evidencia la velocidad punta del Red Bull de Vettel para volver a la segunda plaza y la carrera pareció repetir la película de las anteriores, con el duelo entre los dos pilotos de Mercedes. Las entradas en boxes mostraron las cartas de los contendientes. Los Force India de Sergio Pérez, Hulkenberg apostaron por una parada, mientras que el resto de pilotos de cabeza optaron por parar dos veces.
Problemas en Mercedes
Tras un periodo de calma tensa, Hamilton decidió pasar al ataque sobre Rosberg hasta que llegaron los problemas. Los dos Mercedes empezaron acusar una falta de potencia que les hizo perder toda la ventaja ganada. El alemán adelantó su parada para tratar de cubrir la primera plaza, pero no pudo evitar salir por detrás de Massa. Una vuelta después, fue Hamilton el que decidió cambiar de neumáticos. Consiguió ganar la posición a su compañero por unos instantes, los que tardó en enderezar su coche tras pasarse de frenada. A la desesperada intentó volver a rebasar a Rosberg y acabó saltándose la chicane y con un inesperado problema de frenos que terminó por provocar su segunda retirada.
Con el monoplaza de Rosberg seriamente perjudicado por los problemas mecánicos, Massa pasó por boxes y Sergio Pérez comandó un grupo con Ricciardo y Vettel que dio caza al alemán. El brasileño, que andaba justo por delante de Alonso, tras Bottas y Hulkenberg a siete segundos de la cabeza, pasó al ataque y se marchó hasta alcanzar a Vettel.
Con los cinco coches agrupados -Rosberg, Pérez, Ricciardo, Vettel y Massa- la tensión se desató a dos vueltas del final. Ricciardo, con problemas de refrigeración atacó a Pérez, consciente de que sus neumáticos llevaban al límite demasiadas vueltas, y no tardó en superar a Rosberg.
Por detrás, Vettel aprovechó la debilidad del mexicano para quedarse con la tercera plaza. Lo que no esperaba Pérez es no acabar la carrera. Massa intentó adelantarle en la última vuelta al final de la recta de meta. Sin embargo, el monoplaza del brasileño le tocó por detrás y ambos acabaron contra el muro en un espectacular accidente. Con la entrada del safety car, la carrera se dio por concluida. Ricciardo reinó en el día que Mercedes dio su primera muestra de debilidad y Fernando Alonso acabó en un inesperado sexto puesto, superado por Button al final, en la carrera en la que apareció por primera vez la igualdad en lo que va de temporada pero su Ferrari no dio la talla.