Michael Schumacher ya puede comunicarse con su familia con la mirada y su recuperación está siendo positiva. Tanto es así, según el diario inglés Daily Mirror, que el expiloto de Fórmula 1 podría abandonar el centro médico de Lausanne (Suiza) para continuar con la rehabilitación en su propia casa.
El deportista se enfrentará a un nuevo traslado, pero también a una nueva caza por sacarle una fotografía que muestre su aspecto actual. Desde que fue ingresado tras su grave accidente de esquí el 29 de diciembre, la lucha de la familia ha sido doble. En primer lugar, apoyando al alemán en su recuperación y, segundo, tratando de mantener su intimidad a salvo.
El Hospital de Grenoble, donde estuvo hospitalizado durante seis meses, denunció el robo del historial médico del piloto de Fórmula 1. Sucedió justo durante el traslado al centro de Lausana. La portavoz del campeón alemán, Sabine Kehm, hizo pública la indignación de la familia y advirtió en un comunicado de que la compra y venta de este tipo de contenidos, a la vez que su publicación, está prohibido.
Pero, ¿por cuánto dinero se es capaz de romper la privacidad de una persona? Estaba claro que este robo tenía motivos económicos. Según el diario alemán Bild-Zeitung, el "individuo" que se hizo con estos documentos reclamó 48.000 euros a los medios de comunicación que quisieran tenerlos en sus manos.
Otros "individuos" fueron más allá. Mientras el piloto estaba en estado crítico dos días después del accidente, un periodista se disfrazó de cura para acceder a la unidad de cuidados intensivos donde atendían al alemán. Medios germanos señalaron que su objetivo era incluso colarse en la sala de operaciones. Fue descubierto pero fue el primero de muchos imitadores.
Se hizo pasar por su padre
En otro momento, un reportero se hizo pasar por el padre de Schumacher para conocer de primera mano el diagnóstico médico. "Más de una vez se han disfrazado de cura o de padre de Michael para tratar de acceder a él. Y desde el primer momento ha habido tipos muy oscuros en la Clínica, que han ofrecido mucho dinero al personal hospitalario o a los familiares de otros enfermos", aseguró apenada la portavoz. También hubo falsos policías. ¿Picaresca o falta de moral?
Los rumores y falsos diagnósticos también han sido una constante. Se le llegó a dar por muerto, se dijo que pesaba menos de 50 kg o que las secuelas eran irreparables, datos que, sin tener confirmación oficial, alimentan el morbo.
"Ahora comienza una fase que probablemente requerirá mucho tiempo", dice Corinna, mujer de Schumacher. El Daily Mirror habla de que los médicos suizos pretenden sentarlo en una silla de ruedas que podría controlar con la boca, una fotografía que podría alcanzar una cifra millonaria. Como sucedió nada más ser ingresado, de nuevo decenas de profesionales de medios de toda Europa se apostarán frente a la clínica a la espera de noticias. Otros, probablemente, ya estén buscando un camino alternativo.