La temporada pasada fueron los Williams los que más cerca estaban de los Mercedes, esta temporada todo indicaba que iban a ser los Ferrari, aunque a mitad de calendario los elegidos eran los Red Bull y al final los tres han titubeado ante unos Mercedes que siempre están delante, que no fallan. Ya es de Perogrullo decir que las flechas plateadas son la mejor escudería. Han conseguido un coche rápido, fiable y con bajo consumo de combustible y de desgaste de neumáticos. Vaya, un coche perfecto.
En Monza ha sido una demostración más del potencial y la distancia que todavía existe entre Rosberg y Hamilton y el resto de competidores. Los dos pilotos pudieron incluso hacer una estrategia completamente distinta al resto, a una parada. Da igual lo que hagan los Mercedes que siempre les queda potencial para proteger la victoria.
Tal superioridad no es buena para el espectáculo de la F1, porque las cosas ya están decididas de antemano y al resto de pilotos solo les queda repartirse las migajas o esperar un error de Hamilton o Rosberg. Migajas a las que optan unos cuantos equipos, y otros tantos que están empezando a avisar de su potencial. Ferrari, Red Bull, Williams, Force India y, quien sabe si también el próximo año McLaren, están al acecho, pero todavía ni se han acercado al rebufo de las flechas plateadas.
Y, ojo, no hay que pensar que la culpa de la inferioridad y la falta de competitividad de los coches de cola es de Mercedes, no. La culpa es de los equipos que no han sabido, o no han podido, por presupuesto o infraestructura, llegar al nivel de Mercedes. De todos modos, la F1 es mucho más compleja y la FIA y las normas técnicas y deportivas nos han llevado a una situación de bloqueo. O pares bien el coche o la incapacidad por normativa de desarrollar el monoplaza y hacer pruebas durante la temporada te condena toda la temporada. Por no hablar de los motores, de no poder ir a fondo siempre que el circuito y la carrera lo permita.
Estoy de acuerdo con Fernando Alonso: o cambia mucho este deporte o no merecerá la pena. Al menos para Alonso que ya ha empezado a avisar de su posible retirada si no ve resultados la próxima temporada. Que todo cambie depende del trabajo de los equipos, pero no nos equivoquemos: la clave la tiene la FIA y la Fórmula 1 presidida con mano de hierro por el incombustible Bernie Ecclestone.