Sencillamente surrealista lo ocurrido este domingo en el Autódromo de Sochi, escenario del Gran Premio de Rusia. Nunca le había pasado algo igual a Fernando Alonso en sus más de quince años de carrera en la Fórmula Uno.
Y es que el McLaren-Honda del piloto español se quedó tirado en la vuelta de formación, antes del inicio de una carrera que acabaría siendo ganada por el finlandés Valtteri Bottas (Mercedes), por lo que los comisarios se vieron obligados a abortar la salida.
El ovetense tenía que haber partido desde la decimoquinta posición, justo por detrás del también español Carlo Sainz (Toro Rosso). El enfado de Alonso fue evidente, ya que lanzó el volante fuera del coche cuando salía del vehículo.