Fernando Alonso está harto. Los constantes problemas mecánicos de su monoplaza desquician al asturiano. Tras el desastre en la puesta en escena de Montmeló –el motor Honda volvió a fallar– Alonso ha vuelto a mandar un mensaje envenenado a su escudería.
Alonso, que el próximo domingo 28 de mayo disputará las 500 millas de Indianápolis, abandonaba Montmeló, no podrá rodar más en los primeros entrenamientos libres del Gran Premio de España, y se relajaba jugando al pádel. Fernando hacía sangre subiendo una fotografía a su cuenta de Instagram en plena pista... de pádel mientras los pilotos ruedan en el circuito catalán. Un dardo a su escudería que si no reacciona pronto perderá al piloto español.