El Athletic ha caído con estrépito ante el Sparta de Praga (3-1) y se complica el pase a dieciseisavos de final. Los vascos, sin fútbol y sumergidos en un mar de dudas generado por la situación extradeportiva, no son ni la sombra de aquella versión que maravilló a Europa hace apenas unos meses. Tristes, sin velocidad en su juego y con Fernando Llorente en el banquillo, la vida es más difícil para los rojiblancos.
Pero Marcelo Bielsa sigue en sus trece. El conflicto del pasado lunes, cuando expulsó al riojano del entrenamiento, no ha hecho sino avivar las ascuas y solidificar las teorías que conspiran con un vestuario roto, que no cree en el discurso de su entrenador. "Que falte paz no quiere decir que falte unión", dijo el argentino en la previa. Pero esa unión no parece la misma del pasado curso. O al menos no se refleja sobre el césped. Llorente acabó jugando, pero sólo los últimos 25 minutos y cuando ya era demasiado tarde. Para aquel entonces, los leones caían por 3-0, cuando la remontada parecía algo más que un sueño.
El conjunto de Vitezslav Lavioka, que llegaba a la cita con tres derrotas consecutivas en Liga, se desquitó desde bien pronto, antes de alcanzar la media hora del encuentro. Zapotocny, ex lateral de Udinese, abrió el marcador gracias a un disparo potente que dejó escurrir Gorka Iraizoz. El portero del Athletic no acertó a atajar el balón y permitió el primero del Sparta.
El segundo tanto, antes del descanso, terminó de matar a los rojiblancos, que este jueves han jugado con los colores de la ikurriña. Un centro al área de los muchos que dispuso el conjunto local llegó a la testa de Balaj, que contestó con fiereza. Para más desgracia de los españoles, el balón golpeó en Aduriz –cambió su trayectoria– y descolocó a un Gorka que poco pudo hacer.
Y para más inri, cuando la película empezaba a ofrecer un guión más halagüeño para el Athletic surgió el árbitro, que se inventó un penalti en una falta que había sido fuera del área. Husbauer no falló y colocó el tercero, el que provocó los primeros cambios en el esquema.
Con Llorente en el campo, y De Marcos más liberado en la medular, los leones mejoraron su juego y recortaron distancias. Fue precisamente De Marcos quien llevó al fondo de las mallas un pase de Muniain, que enfiló la banda izquierda con atrevimiento y carácter. Quedaban 20 minutos para apretar las clavijas al equipo checo, pero ni de una u otra manera se encontró el camino. Ni en los córners (diez en todo el partido) pudieron cambiar el 3-1, ni tan siquiera Ander Herrera, que volvía a los terrenos de juego tras más de un mes de lesión. El regreso del bilbaíno ha la mejor noticia para el Athletic esta noche.
El Levante se deja remontar
También ha caído el Levante al perder en su visita a Alemania ante el Hannover 96 (2-1), con lo que ceden el liderato de su grupo. Y eso que el partido se le puso muy de cara al equipo de Juan Ignacio Martínez nada más comenzar. En el minuto 9, un claro penalti cometido por Haggui lo aprovechó Míchel para poner a los visitantes con ventaja en el AWD-Arena. Además, la expulsión del central del Hannover le puso al Levante el partido en bandeja para pelear por la victoria en un campo siempre complicado.
Tan sólo diez minutos después del gol del Levante, Iborra tocó el balón con la mano dentro del área y Huszti acertó al establecer la pena máxima. La inferioridad numérica no le afectó a un Hannover que, lejos de achantarse y conservar el empate, se animó y buscó con ahínco el segundo tanto, al tiempo que el Levante no conseguía escapar de la presión alemana y perdía el esférico con suma facilidad. El cuadro alemán, quinto en la Bundesliga, demostró estar muy fuerte físicamente e hizo méritos para marcharse al descanso con ventaja. En los últimos instantes de la primera parte, el Levante mejoró tímidamente e intentó enlazar, sin éxito, alguna jugada.
Nada más comenzar el segundo acto, el Levante recibió un duro mazazo con el tanto de Didier Ya Konan. El marfileño, uno de los más activos del partido, recogió el balón tras una serie de rebotes y batió sin problemas a Keylor Navas. Tras el gol, el Hannover seguía sin dar señales de cansancio y el cuadro de JIM, que acababa de sufrir una remontada jugando con un hombre más, no supo cómo aprovecharse de la débil defensa germana. El conjunto granota tuvo alguna ocasión clara para empatar el partido, como un cabezazo de Gekas solo ante el portero o un remate potente, también con la cabeza, de El Zhar, pero fue incapaz de crear peligro en la meta de Zieler.